La teoría de la biorrexistasia describe las condiciones climáticas necesarias para que se den períodos de formación del suelo ( pedogénesis ) separados por períodos de erosión del suelo . Propuesta por el pedólogo Henry Erhart en 1951, la teoría define dos fases climáticas: la biorrexistasia y la rexistasia. [1]
Durante la biostasia, la precipitación abundante y regular induce una fuerte pedogénesis caracterizada por la alteración química del material parental y la intensificación de la eluviación e iluviación de los minerales del suelo dentro de las capas superficiales del suelo y del subsuelo (el solum ). Estos procesos contribuyen a la formación de horizontes eluviales y argílicos y a una mayor concentración de óxidos de hierro, óxidos de aluminio y otros sesquióxidos en el subsuelo . Las condiciones climáticas favorecen una cubierta vegetal que protege al suelo de la erosión física, pero las lluvias abundantes dan lugar a la pérdida de iones minerales y al aumento de la concentración de esos minerales en los cuerpos de agua receptores. El calcio marino abundante da lugar a la formación de piedra caliza .
Durante la rexistasia (de rhexein, romper) la cubierta vegetal protectora se reduce o elimina como resultado de un clima más seco. La intensidad de las precipitaciones es mayor. El clima más seco ralentiza la pedogénesis y los suelos ya no aportan los componentes minerales formadores de piedra caliza que caracterizan la biostasia. Sin la protección de una vegetación espesa o suelos profundos, el viento actúa para exponer el subsuelo a la erosión y la roca a la meteorización física . El ciclo de congelación y descongelación actúa para aumentar la producción de materiales detríticos gruesos. La intensidad de los eventos de lluvia puntuales durante la rexistasia da como resultado la erosión y la acumulación de arena y limo como capas sedimentarias . Durante la rexistasia, el predominio de la meteorización química que caracteriza a la biostasia es reemplazado por el predominio de la meteorización física.
Durante el Pleistoceno , los períodos de glaciación se consideran períodos de rexistasia y los interglaciares se consideran períodos de biostasia.
La teoría de la biorrexistasia se utiliza en diversas formas: