La Revisión general de las políticas públicas (RGPP) tiene como objetivo reducir el gasto público aumentando la eficacia y la calidad de la acción pública. Fue lanzada por el gobierno Fillon en julio de 2007. Según el gobierno, esta iniciativa debería dar un "impulso" a una reforma del Estado que hasta ahora sólo ha dado resultados parciales.
En los últimos años se han llevado a cabo varios planes de modernización. En particular, un nuevo proceso iniciado por la LOLF ("Ley orgánica relativa a las leyes de finanzas") se puso en marcha en 2006, después de que esta reforma se votara en 2001. Consiste en dar prioridad a la eficacia en lugar de a los medios en las administraciones. Además, una circular del 25 de junio de 2003 lanzó las "estrategias ministeriales de reforma" que se debían establecer en cada departamento y presentar al Parlamento . Por último, una circular del 29 de septiembre de 2005, seguida de una circular del 13 de julio de 2006, estableció un programa de auditorías sistemáticas de los departamentos gubernamentales.
Sin embargo, estas medidas no han logrado poner fin a la burocracia extrema y al aumento del déficit. El Informe Pébereau de 2005 sobre la deuda ya señalaba la preocupación por el aumento del déficit. En esos informes se establecieron los primeros principios de una revisión urgente de las políticas públicas.