El raspado es el proceso utilizado en la elaboración del cuero para reducir el grosor del cuero, especialmente en las áreas que se van a doblar o doblar y que deben ser flexibles sin debilitarse. Por lo general, se realiza en el lado "carne" de una pieza de cuero en lugar del lado "acabado" (pelo). [1] El raspado también se utiliza cuando se van a unir dos bordes de cuero, para evitar que el área superpuesta se vuelva innecesariamente voluminosa. [2] La técnica es útil para unir largas tiras de cuero para formar cinturones o correas de reloj.