La nacionalización de los medios de producción fue una medida adoptada por las nuevas autoridades comunistas de Rumania para sentar las bases del socialismo. El acto que permitió llevar a cabo esta medida fue la Ley 119, aprobada por la Gran Asamblea Nacional el 11 de junio de 1948. El artículo 1 decretaba sujeta a nacionalización "todas las riquezas del suelo que no sean propiedad del Estado al momento de su entrada". en vigor de la Constitución de la República Popular Rumana , así como empresas individuales, sociedades de cualquier tipo y asociaciones privadas industriales, bancarias, de seguros, mineras, de transporte y de telecomunicaciones". Se nacionalizaron (generalmente sin ningún tipo de compensación) 8.894 empresas industriales, mineras, de transporte, bancarias y de seguros, seguidas en noviembre de 1948 por 383 cines e instalaciones médico-sanitarias. En 1950, la medida se aplicó a las empresas químicas, farmacias y demás entidades económicas.
La nacionalización [1] también incluyó un número importante de viviendas. Regularmente se menciona la cifra de alrededor de 400.000 edificios. Según la Societatea Academică din România (SAR), entre 241.000 y 600.000 propiedades [2] se vieron afectadas por la medida.
La nacionalización iniciada en 1948, junto con la colectivización de la agricultura (1949-62), fueron decisivas para deshacer la economía capitalista y establecer una economía socialista basada en la propiedad estatal o cooperativa.
Después de la caída del comunismo en Rumania, el Estado ha tratado de compensar a los propietarios de viviendas y empresas que no pudieron recuperar sus casas, industrias o tierras. En 2005 se creó un fondo especial dedicado a compensaciones: Fondul Proprietatea .