La técnica Lamaze , también conocida como método psicoprofiláctico o simplemente Lamaze , comenzó como una técnica de preparación al parto. Como alternativa a la intervención médica durante el parto , fue popularizada en la década de 1950 por el obstetra francés Fernand Lamaze y basada en sus observaciones en la Unión Soviética . El objetivo de Lamaze es desarrollar la confianza de la madre en su capacidad para dar a luz, a través de clases que ayudan a las mujeres embarazadas a comprender cómo afrontar el dolor de maneras que faciliten el parto y promuevan la comodidad, incluyendo técnicas de relajación , movimiento y masajes . [1]
Hay un programa de capacitación y certificación disponible para los profesionales, que conduce a la designación de Educador Certificado en Parto Lamaze (LCCE). [2]
Fernand Lamaze visitó la Unión Soviética en la década de 1950 y se vio influenciado por las técnicas de parto que implicaban métodos de respiración y relajación. [3] El método Lamaze ganó popularidad en los Estados Unidos después de que Marjorie Karmel escribiera sobre sus experiencias en su libro de 1959 Gracias, Dr. Lamaze , así como en el libro de Elisabeth Bing Seis lecciones prácticas para un parto más fácil (1960). Tanto Karmel como Bing fundarían más tarde la Sociedad Estadounidense de Psicoprofilaxis en Obstetricia en 1960, que más tarde pasó a llamarse Lamaze Internacional . [4]
El propio Lamaze ha sido criticado por ser excesivamente disciplinario y antifeminista . La descripción que hace la activista del parto natural Sheila Kitzinger de los métodos que utilizó mientras trabajaba en una clínica de París durante los años 50 expresa preocupación por "la naturaleza disciplinaria" del enfoque de Lamaze sobre el parto. Según Kitzinger, Lamaze clasificaba constantemente el desempeño de las mujeres en el parto desde "excelente" hasta "fracaso total" sobre la base de su "inquietud y gritos". Las que "fracasaban" eran, pensaba, "responsables de sí mismas porque albergaban dudas o no habían practicado lo suficiente", y Lamaze consideraba que las mujeres "intelectuales" que "hacían demasiadas preguntas" eran las que "estaban más seguras de fracasar". [5]
La técnica Lamaze también ha sido criticada por ser ineficaz. [6] [7]