Una convulsión atónica (también llamada convulsión de caída , convulsión acinética , convulsión astática o ataque de caída ) es un tipo de convulsión que consiste en la pérdida parcial o completa del tono muscular que se produce por alteraciones temporales en la función cerebral . Estas convulsiones son breves, generalmente menos de quince segundos. Generalmente comienzan en la niñez y pueden persistir hasta la edad adulta . La convulsión en sí no causa ninguna lesión física , pero la pérdida de control, predominantemente en los músculos del tronco, puede provocar una lesión directa por caída . La electroencefalografía se puede utilizar para confirmar el diagnóstico. Es raro y puede ser indicativo del síndrome de Lennox-Gastaut ( ver Henri Gastaut ). Las convulsiones atónicas pueden ocurrir al estar de pie, caminando o sentado y, a menudo, se notan por la caída de la cabeza (relajación de los músculos del cuello). Las lesiones por caídas pueden provocar un impacto en la cara o la cabeza. Al igual que ocurre con los episodios epilépticos comunes, no se necesitan primeros auxilios después de una convulsión, excepto en los casos en que se hayan producido lesiones por caídas. En algunos casos, una persona puede quedar temporalmente paralizada en parte de su cuerpo. Por lo general, esto no dura más de 3 minutos. [1] [ cita necesaria ]
No existe un tratamiento general para los pacientes con un trastorno convulsivo. Cada plan de tratamiento se adapta específicamente a cada paciente en función de su diagnóstico y síntomas. Las opciones de tratamiento pueden incluir terapia médica, estimulación nerviosa, terapia dietética o cirugía, según corresponda. Los ensayos clínicos también pueden ser una valiosa alternativa de tratamiento. Generalmente, los anticonvulsivos se administran en función de otros síntomas y/o problemas asociados. Debido a que las áreas del cerebelo que determinan los aumentos y disminuciones del tono muscular están muy juntas, las personas que experimentan convulsiones atónicas probablemente también experimenten crisis mioclónicas en algún momento. Esto puede desempeñar un papel en la terapia y el diagnóstico. [2]
Un enfoque quirúrgico, la callostomía posterior selectiva , puede disminuir en gran medida los casos de ataques de caída y mejorar la función y el comportamiento en pacientes con discapacidad intelectual. [3]