Una cinta de correr omnidireccional ( ODT ) es un dispositivo mecánico, similar a una cinta de correr típica, que permite a una persona realizar un movimiento locomotor en cualquier dirección, lo que permite un movimiento de 360 grados. La capacidad de moverse en cualquier dirección es lo que diferencia a estas cintas de correr de sus contrapartes básicas (que solo permiten la locomoción unidireccional ). [1]
Las cintas de correr omnidireccionales se utilizan en implementaciones de entornos virtuales inmersivos para permitir un movimiento sin obstáculos dentro del espacio virtual. [2]
Las ventajas de combinar una ODT con un entorno virtual inmersivo incluyen:
La navegación natural que emplea el ODT tiene dos caminos fundamentales y paralelos. Uno busca crear entornos totalmente inmersivos y sin obstáculos como en la realidad virtual , mientras que el otro busca un dispositivo de menor costo y más restringido. La visión inmersiva es la de una gran superficie activa sobre la que el usuario puede caminar libremente y sin ataduras. El segundo enfoque emplea un arnés para el seguimiento y, opcionalmente, proporciona retroalimentación de fuerza de cuerpo completo.
Ambos enfoques tienen sus ventajas y desventajas. Sin un arnés, el usuario del ODT puede acelerar alejándose del centro de la superficie. El sistema debe reconocer esto utilizando una variedad de medios de detección y acelerar suavemente al usuario hacia el centro. Mantener las fuerzas que devuelven al usuario al centro por debajo del umbral de detección humano es el principal desafío con estos sistemas. Cuanto mayor sea la superficie activa, más fácil será controlarla utilizando este medio.
Hay rutas adicionales disponibles, por ejemplo, empleando los mecanismos de dos cintas de correr estándar, una para el eje X y otra para el eje Y. En tal configuración, el mecanismo para un eje estaría dentro del otro, las correas generalmente se reemplazarían con algo parecido a una escalera de alambre y se usarían tacos en el calzado.
Con un arnés, el usuario se mantiene centrado mecánicamente y la superficie puede reducirse mucho, pero no es posible realizar acciones como rodar. El lado positivo es que un arnés puede proporcionar fuerzas corporales como la inercia o la visualización de la pendiente. Además, el arnés puede proporcionar una fuerza de elevación para simular el vuelo de cuerpo libre. Y el espacio del usuario bien definido hace que la interacción con dispositivos hápticos externos sea factible.
Las cintas de correr omnidireccionales también tienen el potencial de ser utilizadas en el cine, por ejemplo, en combinación con una pantalla verde. Este tipo de aplicación permitiría a los actores moverse sin límites. [3]