La resolución 912 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas , aprobada por unanimidad el 21 de abril de 1994, después de reafirmar todas las resoluciones sobre la situación en Rwanda , en particular las resoluciones 872 (1993) y 909 (1994), el Consejo expresó su alarma y condena por la violencia en gran escala en el país que dio lugar a la muerte de miles de civiles inocentes, y propuso un mandato revisado de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas a Rwanda (UNAMIR).
El Consejo expresó su conmoción por el derribo del avión en el que viajaban el Presidente de Rwanda, Juvénal Habyarimana, y el Presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, el 6 de abril de 1994. A raíz de ello, se produjo un brote de violencia generalizada en el que murieron miles de personas y se produjo el desplazamiento de un número considerable de la población ruandesa, tanto en Rwanda como en los países vecinos, y un aumento de los saqueos , el bandidaje y la alteración del orden público . Hubo preocupación por la seguridad de la UNAMIR y de otros funcionarios de las Naciones Unidas y del personal humanitario que estaban ayudando a aplicar el proceso de paz y a distribuir ayuda humanitaria .
El Consejo de Seguridad deploró el incidente en el que murieron los presidentes de Rwanda y Burundi y la violencia que se cobró la vida del primer ministro, ministros del gabinete, funcionarios y miles de civiles. Se condenó en particular la violencia en los alrededores de Kigali y los ataques a la UNAMIR. Se exigió un alto el fuego entre el Gobierno de Rwanda y el Frente Patriótico Ruandés (FPR) y el fin de la violencia que azota al país. A este respecto, se redujo el número de miembros de la UNAMIR y se ajustó su mandato de la siguiente manera: [1]
Se decidió que el mandato de la UNAMIR se examinaría en función de los acontecimientos y de las recomendaciones del Secretario General Boutros Boutros-Ghali . Los Acuerdos de Arusha seguían siendo la única solución al conflicto en Rwanda, y se instó a la Organización de la Unidad Africana (OUA) a que siguiera esforzándose por avanzar en el proceso de paz. Se pidió a la comunidad internacional que siguiera prestando ayuda humanitaria. Por último, se pidió al Secretario General que presentara un informe sobre la situación al Consejo en un plazo de 15 días.