La resolución 1625 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas , adoptada por unanimidad en la Cumbre Mundial de 2005 el 14 de septiembre de 2005, adoptó una declaración sobre la función del Consejo de Seguridad en la prevención de conflictos, en particular en África, donde se estaban produciendo muchos conflictos armados. [1] [2]
La Resolución 1625, junto con la Resolución 1624 (2005), fue adoptada en una reunión de jefes de Estado o de gobierno . [3]
El Consejo de Seguridad expresó su "profunda preocupación" por el costo humano y las pérdidas materiales que causan los conflictos armados . Reafirmó la importancia de abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza en las relaciones internacionales , la necesidad de adoptar una estrategia de prevención de conflictos para abordar las causas profundas de los conflictos y las crisis, y de fortalecer el papel de las Naciones Unidas en la prevención de los conflictos violentos y la creación de alianzas entre organizaciones internacionales y regionales.
En el preámbulo de la declaración se hace referencia en particular a la Unión Africana y a su posición sobre los cambios inconstitucionales de gobierno en el continente. También se reconoce el papel de la sociedad civil en la prevención de conflictos.
La resolución expresó la determinación del Consejo de mejorar la eficacia de las Naciones Unidas en la prevención de conflictos armados mediante:
Mientras tanto, el Secretario General debía proporcionar información al Consejo sobre posibles conflictos armados, particularmente en África, ayudar a los países en riesgo de conflicto y promover iniciativas regionales de gestión de conflictos .
El Consejo destacó la importancia de las estrategias de prevención de conflictos para evitar un impacto negativo en los sectores de seguridad, económico, social, político y humanitario en los países que enfrentan una crisis. También se destacó la necesidad de adoptar un enfoque regional, en particular en lo que respecta a la desmovilización , la desmilitarización y la reintegración , y se adoptarán medidas contra la explotación ilegal de los recursos naturales que alimenta los conflictos. [4] También se pidió una mayor cooperación entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales o subregionales, de conformidad con el Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas .
La segunda mitad de la resolución se dirigió a las naciones africanas. El Consejo alentó a los Estados africanos a adherirse al Pacto de No Agresión y Defensa Común de la Unión Africana de 31 de enero de 2005 y a trabajar con la Secretaría de las Naciones Unidas y las oficinas regionales para implementar medidas encaminadas a establecer la paz, la seguridad, la estabilidad, la democracia y el desarrollo sostenible. Mientras tanto, se instó a la comunidad internacional a apoyar a las naciones africanas en la consecución de los objetivos antes mencionados y a desarrollar las capacidades de las organizaciones regionales y subregionales africanas para desplegar activos civiles y militares cuando fuera necesario.