En Francia , Italia , Bélgica y algunos otros países de derecho civil , un circulaire ( francés ), circolare ( italiano ) u omzendbrief ( holandés ) consiste en un texto destinado a los miembros de un servicio, de una empresa o de una administración .
En el seno de la función pública francesa y belga , una circular surge de un ministerio con el objetivo de dar una interpretación de un texto legal o de un reglamento (un decreto , arrêté o Real Orden ), con vistas a aplicar dicho reglamento de forma coherente. Como tal, una circular depende de los principios generales del derecho, pero tiene más peso que los meros actos administrativos.
Circulaire ofrece recomendaciones: se aplican únicamente a los empleados de la función pública. En determinados casos, las circulares introducen nuevas reglas ( circulares réglementaires ); de tal manera que bajo ciertas condiciones uno puede apelar contra el abuso de poder .
El conjunto de jurisprudencia relativa a las circulares se ha desarrollado ampliamente. En principio, las circulares existen únicamente para comentar la legislación vigente y explicar su aplicación en términos concretos.
La vertiente contenciosa de los circulares , de las notas de servicios y de las instrucciones ha suscitado diversas respuestas jurídicas, que varían según varios criterios y según el tipo de texto de que se trate: