stringtranslate.com

Halos (Delfos)

Los Halos eran un espacio circular abierto cerca del templo de Apolo en Delfos , donde se realizaban antiguos rituales.

Descripción

Entre el Bouleuterion y la Roca de la Sibila, en el santuario de Apolo en Delfos, hay un estrecho paso que conduce a la fuente que supuestamente custodiaba el dragón Pitón. Apolo mató al dragón y luego partió hacia el país de los hiperbóreos para expiar su asesinato. Esta acción significa en la mitología la transición de los cultos ctónicos primitivos al culto al dios de la luz y la música. En ese lugar, frente a las rocas que marcan el paso, se forma una plaza redonda, llamada Halos (literalmente: era), donde se llevaban a cabo varios rituales. Entre estos rituales estaba el Septerion, la recreación ritual del asesinato de Pitón por Apolo, que tenía lugar una vez cada ocho años. Plutarco [1] menciona que durante la purificación ritual del lugar, un niño, cuyos padres estaban vivos, prendía fuego a una construcción de madera que simbolizaba la morada de Pitón y luego se purificaba como había hecho Apolo, recurriendo inicialmente al valle de Tempi. Alrededor de los Halos, sobre todo en su lado norte, se erigieron plataformas y bases para monumentos, sobre todo en época helenística. Entre ellos destaca la base para una estatua del rey de Pérgamo Atalo II Filadelfo (159-138 a.C.), dedicada por la ciudad de Delfos. Al noreste los Halos están delimitados por la muralla Poligonal, construida tras la destrucción del Templo de Apolo (Delfos) en el 548 a.C., con el fin de sostener el terreno para la erección del nuevo templo que iba a ser construido bajo los auspicios de los Alcmeónidas . Al norte de los Halos se encontraba el Pórtico de los Atenienses, también apoyado en la muralla Poligonal. En 1939, en el curso de las obras de reparación a lo largo de la Vía Sacra, se descubrió un depósito delante de los Halos, en el que se descubrió una gran cantidad de exvotos y otros objetos litúrgicos. Estos exvotos habían sido destruidos en una fase anterior, por fuego u otras causas, y, según la práctica de la época, fueron enterrados porque estaba prohibido reciclarlos o venderlos. Los hallazgos más importantes fueron las estatuas criselefantinas [2] de Apolo y Artemisa y un toro de plata.

Referencias

  1. ^ Cuestiones Graecae 203C; Moralia, Sobre la música, 1136A
  2. ^ Amandry, P., “Rapport préliminaire sur les estatuas Chrysélephantines de Delphes”, BCH 63, 1939, 86-119