Una formalidad es un procedimiento establecido o un conjunto de comportamientos y expresiones específicas, conceptualmente similar a un ritual, aunque típicamente secular y menos complejo. Una formalidad puede ser tan simple como un apretón de manos al hacer nuevas amistades en la cultura occidental, o el procedimiento cuidadosamente definido de reverencias, apretones de manos, saludos formales e intercambios de tarjetas de presentación que pueden marcar la presentación de dos hombres de negocios en Japón. En los círculos legales y diplomáticos, las formalidades incluyen asuntos como saludar a un jefe de estado que llega con el himno nacional apropiado .
Las culturas y los grupos dentro de ellas suelen tener distintos grados de formalidad, lo que puede resultar una fuente de frustración o de insultos involuntarios cuando interactúan personas con expectativas o preferencias diferentes. Quienes provienen de entornos relativamente informales pueden considerar que la formalidad es vacía e hipócrita , o innecesariamente exigente. Quienes provienen de entornos relativamente formales pueden encontrar difícil tratar con culturas informales, ya que sus comportamientos cuidadosamente refinados y matizados pasan completamente desapercibidos.
La diferencia entre formalidad y cortesía suele ser un punto de confusión para quienes proceden de culturas relativamente informales. Por otra parte, quienes han crecido en circunstancias relativamente formales suelen experimentar incomodidad e incluso, a largo plazo, desencanto en circunstancias menos formales.