La escaldadura por lluvia (también conocida como dermatofilosis, tufailosis, podredumbre por lluvia o estreptotricosis [1] ) es una enfermedad dermatológica que afecta al ganado vacuno y a los caballos. Una vez en la piel, la bacteria Dermatophilus congolensis provoca inflamación de la piel así como la aparición de costras y lesiones.
Existen dos manifestaciones diferentes de la escaldadura por lluvia: la forma invernal, que es más severa debido al pelaje más largo del caballo, y la forma estival, que es menos severa. [2] Los caballos suelen verse afectados en la espalda, la cabeza y el cuello, donde los insectos suelen picar, y en las patas, que suelen infectarse si el caballo se mantiene en un suelo húmedo. [3] Inicialmente, el caballo mostrará un pelaje enmarañado y protuberancias que progresarán a costras y lesiones. [4] El animal también puede presentar prurito y mostrar signos de malestar. [ cita requerida ]
El diagnóstico se realiza más comúnmente con la identificación de bacterias en las lesiones mediante evaluación microscópica. [5] Un diagnóstico positivo de escaldadura por lluvia se puede confirmar si se observan bacterias filamentosas, así como cadenas de bacterias pequeñas y esféricas (cocos). [4] Si un diagnóstico no se puede confirmar con un microscopio, se pueden realizar cultivos de agar sangre para confirmar la presencia de D. congolensis . [5] Las colonias resultantes tienen filamentos y son de color amarillo. [ cita requerida ]
Además de las condiciones húmedas, la exposición a garrapatas, moscas que pican y el contacto con otros animales infectados también pueden provocar la propagación de la escaldadura por lluvia. [3] El control de garrapatas e insectos es una forma eficaz de detener la propagación de la bacteria de un animal a otro. [5] Separar a los animales infectados ayudará a aislar las colonias bacterianas. [3] Mantener al animal en un área seca y bien ventilada, fuera de la lluvia y las condiciones húmedas, detendrá el crecimiento de la bacteria. [4]
La escaldadura por lluvia normalmente se cura sola; sin embargo, la afección puede propagarse, por lo que se recomienda un tratamiento inmediato. Aunque algunos casos pueden ser graves, la mayoría de las escaldaduras por lluvia son leves y se pueden tratar en casa de forma natural. [ cita requerida ]
Por lo general, la afección no pone en peligro la vida ni afecta el bienestar del caballo, por lo que los tratamientos apuntan más a la tranquilidad del propietario y al atractivo estético del animal. [4]