Alberga los partidos que disputan como locales los Minnesota Vikings de la National Football League (NFL) y tiene una capacidad para 66.860 espectadores.
Los Vikings pretendían construir un nuevo estadio abierto o con techo retráctil.
Finalmente, se decidió por utilizar techo y paneles de paredes transparentes, para permitir vista al exterior, luz natural y clima controlado.
Bank había adquirido los derechos del nombre con un contrato de $220 millones por 25 años.
[3] Indianápolis y Nueva Orleans también quisieron acoger el partido, pero sin suerte.