Detenidos desaparecidos ( en español : Detenidos Desaparecidos , DD. DD ) es el término comúnmente utilizado en los países de América Latina para referirse a las víctimas de secuestros, usualmente llevados a centros clandestinos de detención y tortura , y delitos de desaparición forzada , cometidos por diversas dictaduras militares autoritarias durante las décadas de 1970 y 1980, y reconocidos oficialmente, entre otros, por los gobiernos de Argentina (1984) y Chile (1991). [1]
La aparición simultánea y masiva de esta práctica en varios países se considera el resultado del entrenamiento común que impartía el Departamento de Defensa de Estados Unidos en su Escuela de las Américas en Panamá. [2] Antecedentes de las eliminaciones forzadas y desapariciones de presos políticos se pueden encontrar en la dictadura de Hitler, que emitió una ordenanza ( el Decreto Nacht und Nebel , Noche y Niebla) aplicable a los "comandos" ingleses capturados que eran ejecutados sumariamente sin que quedara constancia de su captura y ejecución.
El primer paso de este método consistía en la detención de las víctimas por parte de las fuerzas de seguridad, policías secretos encubiertos o grupos paramilitares con apoyo oficial. A veces la detención se llevaba a cabo con cierta formalidad; otras veces adquiría la apariencia y la brutalidad de un secuestro.
Una vez detenidos, la víctima era sometida habitualmente a sesiones de tortura física y psicológica, mientras que los canales oficiales de información negaban a los familiares cualquier conocimiento del paradero de la persona. Los "detenidos acusaban a completos desconocidos de proteger a sus compañeros. Esperaban que los interrogadores determinaran rápidamente su inocencia, aunque a menudo sucedía lo contrario: los detenidos no podían proporcionarles ninguna información porque no tenían nada que ofrecer, lo que conducía a una tortura aún mayor". [3] Finalmente, el preso era asesinado y su cuerpo enterrado clandestinamente. En algunos casos, los rehenes sobrevivieron y se los considera "ex detenidos desaparecidos". [1] [4]
El ocultamiento del cadáver se realizaba muchas veces con el apoyo de vehículos aéreos, como aviones y helicópteros, desde los cuales los cuerpos eran arrojados al mar o a zonas inaccesibles. [5]
La desaparición masiva de personas implicó largos años de búsqueda y sufrimiento para sus familiares (causando una angustia severa por un largo duelo inconcluso). Esta situación llevó a los familiares a organizarse para reclamar información, justicia y la búsqueda de los cadáveres mediante la presentación de recursos de habeas corpus en los tribunales. Por ejemplo, en Chile , actuaron la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y en Argentina , la organización Madres de Plaza de Mayo y las Madres de Plaza de Mayo (organización fundadora .
Esta práctica ilegal obligó, con el paso del tiempo y la caída de las dictaduras que la llevaron a cabo, a la creación de órganos oficiales para esclarecer estos crímenes (como la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas en Argentina o la Comisión por la Paz Uruguay ) y de un nuevo tipo penal en muchos de los países afectados, donde hoy la desaparición forzada de personas está explícitamente castigada, además de en tratados y convenciones internacionales de derechos humanos.