La Junta de Lana de Nueva Zelanda se creó en 1944 en virtud de la Ley de la Industria de la Lana. [1] McKinsey & Company publicó un informe en 2000 que provocó dos años de debate a favor de referendos y reformas en la Junta de Lana de Nueva Zelanda. En 2001, se implementaron las recomendaciones de McKinsey y Wool Board se disolvió y se reestructuró por completo. [2] [3]
Su objetivo clave era "obtener, en interés de los productores, los mejores beneficios posibles para la lana de Nueva Zelanda". [1]
Se financiaba mediante un impuesto sobre el producto de las ventas de lana de los productores. [1]