La madera de haya natural es una madera de haya capaz de reponerse y mantenerse por sí sola.
El haya es una madera muy apreciada, pero la mayoría de los bosques de hayas requieren la intervención humana para reemplazar los árboles viejos, ya que los árboles jóvenes no pueden sobrevivir en absoluto, o no pueden hacerlo a un ritmo que sustente la población de hayas a lo largo del tiempo. Puede haber varias razones para esta situación. Una causa común es la abundante cobertura del suelo forestal de otras plantas en primavera, que dan sombra a los brotes jóvenes de haya. La abundancia de suelos ricos en nutrientes también será difícil de manejar para los bosques de hayas a largo plazo.
Un bosque de hayas natural está formado por árboles de todas las edades, incluidos árboles caídos y muertos. Se pueden mezclar otras especies de árboles, pero no en un grado que amenace al haya dominante.
El término también se utiliza para otras especies de árboles, como "madera de roble natural", "madera de abedul natural", etc.
Algunos ejemplos de bosques naturales de haya son:
Las prácticas agrícolas pueden modificar a menudo la composición original del suelo hasta el punto de que el tipo de bosque natural específico que alguna vez estuvo asociado con la zona también cambiará. Este cambio es casi irreversible y ya ha afectado a la mayor parte de Europa.
Los cambios climáticos locales o globales también pueden tener un efecto profundo en qué tipo de bosque natural puede crecer y sobrevivir en un área específica.
El haya europea suele ser más susceptible a los cambios climáticos que la composición del suelo y se ha descubierto que el cambio climático global actual afecta la distribución geográfica de los hábitats naturales de madera de haya.
El término "natural" se utiliza a menudo, de forma confusa, como sinónimo de "primigenio". Si bien los bosques primigenios que aún existen son, en efecto, naturales, los bosques naturales no tienen por qué ser primigenios en sí. Los bosques secundarios o restablecidos también pueden ser naturales; es solo una cuestión de si un tipo de bosque determinado es capaz de mantenerse y reemplazarse por sí mismo, es decir, si las condiciones climáticas y geológicas para un tipo de bosque determinado están presentes o no. Estas condiciones se pueden determinar objetivamente y no dependen exclusivamente de la "prueba del tiempo".
El término "seminatural" se utiliza a veces para describir cualquier bosque natural que no sea estrictamente de origen primitivo.