La banda K de la OTAN es la denominación obsoleta que se daba a las frecuencias de radio de 20 a 40 GHz (equivalentes a longitudes de onda entre 1,5 y 0,75 cm) durante el período de la guerra fría. Desde 1992, las asignaciones, adjudicaciones y asignaciones de frecuencias están en consonancia con el Acuerdo conjunto de frecuencias civiles y militares de la OTAN (NJFA). [1] Sin embargo, para identificar las necesidades militares de espectro radioeléctrico, por ejemplo para la planificación de gestión de crisis, entrenamiento, actividades de guerra electrónica o en operaciones militares, este sistema todavía está en uso.