Las células centinela se refieren a células de la primera línea de defensa del cuerpo , que se incrustan en tejidos como la piel . [1] Las células centinela representan una amplia gama de tipos de células con la capacidad de monitorear la presencia de partículas exógenas o potencialmente dañinas y desempeñan un papel crucial en el reconocimiento y muestreo de signos de infección o actividad celular anormal y/o muerte. Encontrar tales estímulos es iniciar la respuesta inmune innata. [2] Su capacidad para reconocer material dañino o peligroso está mediada por receptores de reconocimiento de patrones especializados (PRR) y poseen una función especializada para preparar células T vírgenes tras el reconocimiento de patógenos. [3]
Las células centinela pueden referirse a células presentadoras de antígenos específicas , como por ejemplo:
Las células centinela también pueden referirse a células que normalmente no son células presentadoras de antígenos especializadas, como: [1]
A veces, las células de tejido que no forman parte del sistema inmunológico , como también se conocen como células centinela : [1]
Normalmente, las células dendríticas (DC) y los macrófagos cumplen esta función al estar distribuidos estratégicamente en diversos tejidos dentro del entorno del huésped, particularmente en aquellas regiones expuestas al contacto con el entorno externo, como los tejidos mucosos y la piel. [4]
Para dilucidar la intrincada red de marcadores fenotípicos que caracterizan a las células centinela que residen en la piel, hay un estudio reciente que ofrece una exploración en profundidad, mientras que en el artículo resumido se describen la expresión genética y las funciones específicas del estímulo. [5]
Curiosamente, se ha descubierto una función novedosa mediante el diseño de la bacteria centinela Bacillus subtilis, que combina el organismo vivo con la función evolutiva de los centinelas, lo que da como resultado la vigilancia de secuencias de ADN específicas y reporta polimorfismo de un solo nucleótido asociado con rasgos faciales a través del mecanismo por el cual estas células centinela captan y registran secuencias de ADN diana, utilizando interferencia CRISPR para la diferenciación de SNP y la expresión del gen diana. Esta tecnología demuestra aplicaciones potenciales en áreas como la ciencia forense, la ecología y la epidemiología, al permitir la detección de secuencias de ADN específicas en diversos entornos. La aplicación de dicha vigilancia específica del ADN se puede diseñar para detectar una anomalía y dirigir el tratamiento localizado a un tejido identificado, como un tumor. [6]