El término archivo cultural se asocia con el de la antropóloga social Wendy James y hace referencia al repositorio de conocimientos que se encuentra en las interacciones cotidianas a las que las personas recurren para validar su existencia en el mundo. Este término fue acuñado durante la investigación que James realizó sobre el pueblo uduk de Sudán en la década de 1990. [1]
El término se asocia más comúnmente con Cultura e imperialismo , la colección de ensayos de 1993 del teórico poscolonial Edward Said . El término aparece por primera vez en referencia a Kim de Rudyard Kipling y Said sugiere que el archivo cultural es un sitio importante donde se desarrollan las inversiones en la conquista imperial. Estos archivos incluyen "narraciones, historias y relatos de viajes". [2] Said enfatiza el papel del proyecto imperial occidental en la disrupción de los archivos culturales y teoriza que disciplinas como la literatura comparada, el inglés y la antropología pueden vincularse directamente con el concepto de imperio.
El libro de Gloria Wekker de 2016, White Innocence: Paradoxes of Colonialism and Race, utiliza una metodología de búsqueda de información al "trabajar con entrevistas, ver televisión y leer novelas, analizar la correspondencia por correo electrónico..." para desarrollar una comprensión clara del archivo cultural holandés . [3] Según Wekker, su libro está "guiado por el concepto de archivo cultural [2] (Said 1993), que destaca la centralidad del imperialismo en la cultura occidental. El archivo cultural ha influido en las configuraciones culturales históricas y en las autorrepresentaciones y culturas dominantes y apreciadas actuales. En un marco general europeo del siglo XIX, Edward Said describe el archivo cultural como un almacén de "un conocimiento particular y estructuras de actitud y referencia... [y,] en la frase seminal de Raymond Williams, 'estructuras de sentimiento'... Hubo unanimidad virtual en que las razas sometidas deberían ser gobernadas, que hay razas sometidas, que una raza merece y ha ganado consistentemente el derecho a ser considerada la raza cuya misión principal es expandirse más allá de su propio dominio". [2] (1993, 52, 53) Es importante destacar que a lo que Said se refiere aquí es a que una gramática racial, una estructura profunda de desigualdad en pensamiento y afecto basada en la raza, se instaló en las poblaciones imperiales europeas del siglo XIX y que es a partir de este depósito profundo, el archivo cultural, que, entre otras cosas, se ha formado y fabricado un sentido de sí mismo". [3] (p. 2)