Yohannan IV fue Patriarca de la Iglesia de Oriente desde 900 hasta 905.
Se dan relatos del patriarcado de Yohannan en la Crónica eclesiástica del escritor jacobita Bar Hebraeus ( floruit 1280) y en las historias eclesiásticas de los escritores nestorianos Mari ibn Suleiman (siglo XII), ʿ Amr (siglo XIV) y Sliba (siglo XIV). siglo)
Bar Hebraeus dedicó dos párrafos al patriarcado de Yohannan:
El califa emitió un decreto según el cual los obispos tendrían libertad para elegir a quien quisieran como su líder, y Yohannan bar ʿ Isa fue consagrado en Seleucia el quinto día festivo del año 287 de los árabes (900/1 d.C.). Era un hombre reverenciado por su conocimiento y continencia. En su época, el metropolitano Teodoro de Beth Garmaï fue descubierto en fornicación y depuesto. [1]
El católico Yohannan, después de haber cumplido su oficio durante casi cinco años, murió en el año 292 [904/5 d. C.]. La historia cuenta que nunca aceptó soborno por la imposición de manos y llevó una vida de gran pobreza. Cuando estaba a punto de morir, le dijo a su discípulo: "Mira, tengo 260 zuzae de plata escondidas en tal y tal lugar, que me legaron mis padres. Tómalos y gástalos en mi funeral". [2]