El yacimiento de gas de Kudu es un yacimiento de gas en alta mar situado en Namibia, aproximadamente a 170 kilómetros (110 millas) al noroeste de la ciudad de Oranjemund . Está ubicado en la subcuenca de Orange, a 170 metros (560 pies) de profundidad. [1]
Descubierto en 1974, la licencia ha estado en manos de varias empresas, entre ellas Royal Dutch Shell , Chevron Texaco y Energy Africa. En 2004, Tullow Oil adquirió Energy Africa por 570 millones de dólares y con su participación del 90% en la licencia. Posteriormente, Tullow Oil vendió el 20% del proyecto a Itochu. [2] El 10% restante está en manos de la petrolera estatal de Namibia, Namcor. [3]
El martes 18 de septiembre de 2007, las acciones de Tullow Oil cayeron más de un 3,0% después de que el grupo anunciara que tenía que abandonar el pozo de exploración Kudu-8 en la costa de Namibia y que un segundo pozo planeado cerca no se perforaría.
En 2010, Namcor y la compañía de gas rusa Gazprom acordaron establecer una empresa de propósito especial para adquirir una participación mayoritaria en el yacimiento de gas de Kudu. [4]
En 2017, BW Kudu, una subsidiaria de BW Offshore , firmó un acuerdo de cesión por una participación del 56 % de la licencia de Kudu. [5] Namcor posee la participación restante del 44 % en la licencia. [5]
Se estima que el campo contiene 1,3 billones de pies cúbicos (37 × 10 9 m 3 ) de reservas probadas de gas natural, sin embargo, la exploración y el análisis más recientes sugieren que las reservas podrían alcanzar los 3 billones de pies cúbicos (85 × 10 9 m 3 ) con un potencial de hasta 9 billones de pies cúbicos (250 × 10 9 m 3 ). [3] [6] Sin embargo, estas cifras dependen de trabajos adicionales que Tullow Oil aún debe realizar en diferentes partes del campo con otros entornos geológicos.
El proyecto de explotación del yacimiento se ha propuesto como objetivo una conexión submarina que lo convertiría en uno de los más largos del mundo. La conexión lo conectaría a una planta de energía de 800 megavatios que se ubicaría cerca de Oranjemund. El yacimiento sería crucial para satisfacer la creciente demanda energética de Namibia, ya que el país enfrenta actualmente una crisis energética. La puesta en servicio del gas de kudú y la capacidad energética adicional de 400 MW (se estima que la mitad de la capacidad total de 800 MW beneficiará a Namibia) podrían evitar la inminente escasez de energía.