Una directriz es una declaración que sirve para determinar un curso de acción. Su objetivo es agilizar procesos específicos de acuerdo con una rutina establecida o una práctica sólida. [1] Pueden ser emitidas y utilizadas por cualquier organización (gubernamental o privada) para hacer que las acciones de sus empleados o divisiones sean más predecibles y, presumiblemente, de mayor calidad. Una directriz es similar a una regla, pero es legalmente menos vinculante ya que es posible que se produzcan desviaciones justificadas. [2]
Algunos ejemplos de directrices son: