El vídeo currículum o video curriculum es una grabación que promociona a un solicitante de empleo.
Los currículums en vídeo, a veces llamados Visumé [1] o Video CV, se introdujeron por primera vez en la década de 1980 para su uso y distribución a través de cintas VHS , pero la idea nunca despegó más allá de la grabación en vídeo de entrevistas . Sin embargo, con las capacidades modernas de transmisión de vídeo en tiempo real a través de Internet, los currículums en vídeo han adquirido una nueva popularidad. [2] Es una forma de que los solicitantes de empleo muestren sus habilidades más allá de las capacidades de un currículum en papel tradicional . El currículum en vídeo permite a los posibles empleadores ver y escuchar a los solicitantes, y tener una idea de cómo se presentan los solicitantes.
Los currículums en video permiten a los solicitantes de empleo mostrar sus habilidades de comunicación verbal, un aspecto que a menudo se pasa por alto en los currículums tradicionales. Este medio brinda la oportunidad de articular ideas con claridad, mostrar confianza y transmitir información de manera eficaz.
A diferencia de los currículums tradicionales, que se limitan a texto y formatos estáticos, los currículums en video ofrecen una plataforma dinámica para que los candidatos se presenten. Este toque personal puede brindarles a los empleadores una impresión más completa y memorable del solicitante, lo que podría diferenciarlos de otros candidatos.
A través de los currículums en video, los candidatos tienen la oportunidad de mostrar creatividad en su forma de presentarse. Esta creatividad puede ser un activo valioso, especialmente en sectores en los que se valora mucho el pensamiento innovador o las habilidades de presentación, como el marketing, el diseño o las artes.
Un currículum en video permite a los empleadores observar señales no verbales como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono de voz. Estos elementos pueden brindar información adicional sobre la conducta, el nivel de confianza y la personalidad general del candidato, algo que puede no resultar evidente en un currículum tradicional.
Los currículums en video pueden agilizar las etapas iniciales del proceso de selección. Los empleadores pueden evaluar rápidamente la idoneidad de un candidato para un puesto sin necesidad de leer mucho, lo que puede ahorrar un tiempo valioso en las primeras etapas de selección de candidatos.
La capacidad de crear y enviar un currículum en video demuestra un cierto nivel de competencia tecnológica. [3] Este conjunto de habilidades puede ser particularmente relevante en industrias donde la familiaridad con herramientas multimedia o plataformas de comunicación en línea es esencial.
Los currículums en video pueden ofrecer información sobre el grado de adaptación de un candidato a la cultura de una empresa. Al observar el estilo de presentación y la conducta de un candidato, los empleadores pueden obtener una idea preliminar de si el solicitante se alinea con los valores y el entorno laboral de la empresa.
Con la popularidad de las soluciones de alojamiento de videos, ha habido mucho debate sobre la utilidad de los currículums en video. La mayoría de los reclutadores creen que un video por sí solo no le brinda al empleador suficiente información sobre un candidato para hacer una evaluación adecuada del potencial del solicitante y, lo que es más importante, de sus habilidades. Un artículo sugiere que
Los estudios han demostrado que existe una discrepancia de género en los currículums en vídeo, ya que a menudo es perjudicial para las mujeres mostrar características laborales "masculinas", como la asertividad, la confianza y la autopromoción, mientras que la autopromoción era beneficiosa para los candidatos masculinos. [5] También se supone que la información adicional sobre edad, raza, discapacidad, género y etnia proporcionada por los currículums en vídeo en una etapa temprana de un proceso de solicitud podría dar lugar a acusaciones de discriminación. Como afirma Hiemstra (2012), "existen pruebas empíricas de que las prácticas de contratación electrónica que se perciben como injustas e intrusivas conducen a reacciones negativas de los solicitantes, posibles acciones legales y una tendencia a "autoseleccionarse"". [6]