" Vanka " ( ruso : Ванька ) [nota 1] es un cuento de 1886 de Anton Chejov .
El relato se publicó por primera vez en el número 354 (25 de diciembre; nuevo estilo: 7 de enero de 1887) de la revista Peterburgskaya Gazeta , edición de 1886, en la sección Cuentos de Navidad, firmado por A. Chekhonte (А. Чехонте). [1]
En una versión ligeramente revisada, se incluyó en la colección de 1888 Historias (Рассказы, San Petersburgo) y apareció sin cambios en todas sus reediciones desde 1888 hasta 1899. Llegó a las compilaciones Niños (Детвора, 1889) para ser reproducida sin cambios en su segunda y tercera ediciones (1890, 1895). En 1900 apareció con cortes no autorizados en un libro de lectura para niños, Zolotyie Kolosya (Púas de oro). Chéjov incluyó la historia en el Volumen 4 de sus Obras completas publicadas por Adolf Marks en 1899-1901. [1]
Un niño de nueve años necesita desesperadamente convencer a su abuelo Konstantin Makarych, su único pariente, de que lo lleve de regreso a su casa en el campo. Como huérfano, Vanka se encuentra en una situación desesperada, ya que se mudó a Moscú tres meses antes, donde ahora trabaja en las duras condiciones de la casa del zapatero Alyachin. Soportando hambre, maltrato y desprecio, Vanka aprovecha la oportunidad de la Nochebuena para escribir clandestinamente una carta a su indiferente abuelo, detallando su difícil situación en la ciudad desconocida. Mientras recuerda su vida anterior en el pueblo con sus queridos perros Kashtanka y Fionn, Vanka recuerda tiempos más felices, incluida la amabilidad de una mujer llamada Olga Ignatievna, quien le enseñó habilidades de vida invaluables. Expresando su anhelo por las comodidades familiares del hogar, Vanka implora a su abuelo que lo rescate de sus dificultades actuales. Con gran esperanza y temor, dirige la carta al "pueblo, a mi abuelo, Konstantin Makarych", comprendiendo el papel fundamental que esta misiva desempeña en la determinación de su futuro. Mientras se queda dormido, Vanka sueña con su abuelo leyendo la carta junto al calor de la estufa, con Fionn a su lado.
La frase “Al pueblo, al abuelo” (en ruso: на деревню дедушке ) del cuento se convirtió en una expresión idiomática, que se refiere a enviar algo a una dirección inexacta, incompleta, poco clara, cuestionable o inexistente, donde no será entregado ni respondido.