Tulio Botero Salazar, CM ( Manizales , 1 de marzo de 1904 — Medellín , 1 de marzo de 1981), fue un eclesiástico colombiano de la Iglesia católica , perteneciente a la Congregación de la Misión . Fue obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Cartagena , primer obispo de la Diócesis de Zipaquirá y arzobispo de la Arquidiócesis de Medellín . [1]
Nació en Manizales el 9 de marzo de 1904. Sus padres fueron Francisco Botero Jaramillo y María Francisca Salazar Jaramillo, ambos pertenecientes a familias tradicionales caldenses de origen antioqueño y primos entre ellos. [2]
Botero fue bautizado en la antigua Catedral de Manizales el 13 de marzo del mismo año, con el nombre de Francisco Tulio, por el padre Benjamín Muñoz. Realizó sus estudios primarios con los Hermanos Maristas y los secundarios con los Padres Lazaristas (Congregación de la Misión) en Santa Rosa de Cabal , Risaralda .
Tras la muerte de su padre, se retiró del servicio apostólico y estudió Derecho durante un año en el Colegio del Rosario. Ingresó en la comunidad de los Padres Lazaristas e inició el seminario interno ( noviciado ) el 27 de febrero de 1924, ingresando en la comunidad mediante los votos en 1926. [3]
Fue ordenado sacerdote en Bogotá por Ismael Perdomo Borrero el 19 de diciembre de 1931. Hasta 1934, estuvo en misión en Cundinamarca con el padre Nicanor Cid. De 1934 a 1941, trabajó en el Seminario de Popayán . De 1941 a 1948, fue director del Seminario Interno y director de estudiantes en Bogotá (sede de la Congregación de la Misión); simultáneamente, a partir de 1945, fue secretario particular de la nunciatura apostólica . En 1948 fue nombrado rector del Seminario de Tunja . [2]
El 7 de mayo de 1949 fue nombrado obispo titular de Marida y obispo auxiliar de Cartagena. Fue consagrado en Manizales por Bernardo Botero Álvarez [4] el 14 de agosto de 1949. Permaneció en Cartagena del 7 de septiembre de 1949 a mayo de 1952.
De Cartagena pasó a la recién creada Diócesis de Zipaquirá, cuando el Papa Pío XII , mediante bula del 1 de mayo de 1952, lo nombró su primer obispo. Tomó posesión canónica de la diócesis el 15 de agosto del mismo año, iniciándose así la nueva jurisdicción eclesiástica.
Por su gran devoción a la Virgen , [5] Botero pidió al Santo Padre que la declarara patrona de la nueva diócesis, bajo el título de la Asunción . Pío XII, acogiendo su petición, emitió la bula papal del 2 de agosto de 1952, por la que nombró a la Bienaventurada Virgen de la Asunción como patrona de la diócesis.
Entre las prioridades de Botero para la nueva diócesis estaba el Seminario Conciliar; así, el 8 de diciembre del mismo año bendijo y colocó la primera piedra para la construcción de su sede y, el 24 de febrero de 1953, abrió el seminario menor bajo la dirección de los Padres Paúles .
Para ayudar a la solución de ciertos problemas económicos de algunos seminaristas, creó la Fundación San Pío X; para ayudar al presbiterio, creó el Fondo de Ayuda al Clero.
Su interés por la educación católica le llevó a apoyar y fomentar la creación de colegios diocesanos en la mayoría de las parroquias; su amor a María y su deseo de promover la piedad mariana llevaron a que se celebrara el primer Congreso Mariano en agosto de 1954. [6]
Por su interés en la formación espiritual de los fieles, estableció una Casa Diocesana llamada Casa de María Inmaculada ; también impulsó la fundación del Centro Social San José para la formación integral de trabajadores. En apoyo a los campesinos, creó la Casa Campesina Parroquial con estatutos propios. [6]
En julio de 1956 organizó el primer Congreso Catequético Diocesano con la participación de todas las parroquias y finalizó su labor pastoral en la diócesis con la primera semana pastoral en diciembre de 1957.
El 8 de diciembre de ese mismo año fue destinado a la Sede Arzobispal de Medellín, de la que tomó posesión el 2 de febrero de 1958. [2]
Botero Salazar participó como Padre Conciliar en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II . Fue uno de los cuarenta obispos que firmaron el Pacto de las Catacumbas de Domitila, mediante el cual se comprometían a compartir tiempo con los pobres, asumiendo un estilo de vida sencillo y renunciando a todo símbolo de poder. [7] [8]
En Medellín reformó la curia arquidiocesana; construyó el actual edificio del Seminario Mayor en el sector de Loreto; permitió el ingreso de diversas comunidades religiosas; realizó el tercer sínodo diocesano ; tuvo como obispos auxiliares a Miguel Antonio Medina Medina y Octavio Betancourt Arango y como arzobispo coadjutor a Alfonso López Trujillo , quien luego lo sucedió en la Sede. [3]
Fundó 124 parroquias, ordenó personalmente 158 sacerdotes y los demás obispos ordenaron 45 sacerdotes más, es decir, en su administración se ordenaron en total 203 sacerdotes.
Impulsó la Facultad de Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana y permitió que los seminaristas estudiaran en dicha universidad; [9] fundó el seminario de Bachilleres , que duró cuarenta años. Estableció la Casa Pablo VI en 1971 y le dio estatutos en 1977, para vocaciones especiales de estudiantes que debían trabajar para sostener económicamente a sus familias.
En 1979, después de 21 años al frente de la sede episcopal de Medellín, su renuncia fue aceptada debido a su edad. [3]
Murió el 1 de marzo de 1981. [10]
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