Tor Johnson

De adulto se convirtió en un hombre especialmente robusto, llegando a pesar 136 kg.

Tenía abundante cabello rubio en su cabeza pero se lo afeitó para mantener una apariencia malvada en sus actuaciones y en los combates de lucha libre.

Su carrera en el cine finalizó a principios de los años sesenta, tras haber actuado en varias películas con muy malas críticas, incluyendo The Beast from Yucca Flats en 1961.

A pesar de su aspecto temible, Johnson era un hombre entrañable y muy cordial, que dejó un buen recuerdo en sus compañeros del cine.

Por ejemplo, la actriz Valda Hansen, quien trabajó con Johnson en La noche de los demonios (dirigida en 1959 por Wood), lo describió como "un enorme pan de azúcar" (Like a big sugar bun).