Tigre reale (La tigresa real) es una película muda de 1916 dirigida por Giovanni Pastrone bajo el nombre de Piero Fosco, adaptando la novela homónima de 1875 de Giovanni Verga. [1]
Giorgio La Ferlita, diplomático italiano en París, se enamora durante una recepción de la condesa rusa Natka, de quien se dice que llevó a la muerte a su antiguo amante.
Una vez que se han convertido en amantes, ella le cuenta sobre su pasado. Ella estaba casada infelizmente y se enamoró de otro hombre llamado Dolski. Cuando su esposo descubrió su romance, hizo que su rival fuera confinado en Siberia . Natka siguió a Dolski en Siberia, pero cuando finalmente lo encontró, descubrió que estaba con otra mujer. Ella huyó y se negó a verlo más. Desesperado, se suicidó frente a su puerta.
Tras contarle su historia a Ferlita, la condesa lo despide y desaparece. Tras buscarlo en vano durante varios meses, el diplomático decide casarse con la rica Erminia. Durante su fiesta de compromiso, recibe una carta de Natka, pidiéndole que la acompañe en un hotel. Sale de la fiesta y llega a su habitación, donde descubre que ha tomado un veneno y sufre convulsiones. Un cortocircuito incendia el hotel y su marido, loco de celos, los encierra en la habitación. Consiguen escapar saltando por la ventana mientras su marido muere en el incendio.
La película fue producida por Itala Film , la compañía creada por Carlo Rossi y Giovanni Pastrone , alias Piero Fosco.
Según Eugenia Paulicelli , Pina Menichelli en Tigre Reale "es el símbolo sexual de las divas italianas (...) y personifica lo que Fuchs ha identificado como la noción de aparecer desnuda con el vestido completo. (...) En una escena magistral, (...) devora un ramo de rosas, poniéndolas en su boca y comiéndolas en una escena que tiene connotaciones excesivamente sexuales". [2] Salvador Dalí se conmovió por la actuación de Menichelli y dijo: "En aquellos días caracterizados por un erotismo tan violento, palmeras y magnolias fueron mordidas y devoradas por estas mujeres". [3] Catherine Ramsey-Portolano considera que Tigre Reale refuerza "el papel del personaje femenino como representante del poder al evitar la asociación de la diva con nociones de maldad, logradas a través de la sublimación de su responsabilidad y culpa en enfermedad y sufrimiento". [4]
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