This too shall pass es una composición para violín solista, violonchelo y vibráfono, y orquesta de cuerdas de Raminta Šerkšnytė , estrenada el 30 de septiembre de 2021 en Kronberg , Hesse, Alemania. Interpreta la frase " This too shall pass " sobre la fugacidad del tiempo.
La compositora lituana Raminta Šerkšnytė [1] escribió This too shall pass por encargo de la Academia Kronberg , para que Gidon Kremer y la orquesta Kremerata Baltica la interpretaran en el Festival de la Academia Kronberg en Kronberg , Hesse, Alemania. [2] [3] La escribió como una interpretación de la frase " This too shall pass ", que trata sobre la fugacidad del tiempo. Ella compuso la obra para solos de violín, violonchelo y vibráfono, con orquesta de cuerdas. [3]
This too shall pass se estrenó el 30 de septiembre de 2021 en el Stadthalle Kronberg en presencia del compositor, [3] interpretada por Kremer como violinista, la violonchelista Erica Piccotti y el vibrafonista Andrei Pushkarev, y la Kremerata Baltica dirigida por Teresa Riveiro-Böhm. [2] [4] La composición de ocho minutos fue uno de los tres estrenos mundiales de obras compuestas por mujeres durante el festival, que tuvo como lema "Woman Power Music", en alemán ambiguo como "Frau Macht Musik" y "Frau macht Musik" (La mujer hace música). [3] En el concierto en el Stadthalle Kronberg, This too shall pass se emparejó con Seven Words de Sofia Gubaidulina y un pasticcio de obras de Astor Piazzolla . [4]
La compositora presentó su obra diciendo que “esto también pasará” resume la fugacidad de todo lo que sucede en la naturaleza y en la vida humana: la juventud, la belleza, los momentos depresivos y alegres, que invitan a buscar valores eternos y a apreciar cada momento. Escribió que en la pieza, el vibráfono es un símbolo del flujo constante del tiempo, en contraste con el violonchelo “celestial”, el violín representa el tiempo breve y fugaz de un ser humano, y la orquesta, la poderosa corriente del tiempo. [3]
El crítico Wolfgang Sandner, de la FAZ, consideró la obra como el momento culminante de los dos primeros conciertos del festival. [2] Destacó el talento del compositor para las melodías, desarrollando líneas con un sentido del sonido infalible. Describió el pulso constante del vibráfono y las transiciones finas de las delicadas líneas del violín a la sonora voz del violonchelo, y resumió: "La música de Raminta Šerkšnyté descansa en sí misma de una manera casi mágica". ("Raminta Šerkšnytés Musik ruht in nahezu magischer Weise in sich"). [2]