Sigal era una ciudad del valle de Helmund en el suroeste de Afganistán (antigua Sacastene).
La presencia de los sakas en Sakastán en el siglo I a. C., con su capital en Sigal, es mencionada por Isidoro de Charax en su obra "Estaciones partas". Explica que en esa época estaban limitados por ciudades griegas al este ( Alejandría del Cáucaso y Alejandría de los aracosios ) y por el territorio de Aracosia controlado por los partos al sur: