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Sesgo intergrupal lingüístico

El término sesgo intergrupal lingüístico fue acuñado por Anne Maass para describir un tipo de sesgo lingüístico que puede perpetuar estereotipos . El modelo se basa en la idea de que las personas tienden a utilizar un lenguaje abstracto para describir acciones que creen que son estereotípicas de un determinado grupo, y un lenguaje concreto para describir un comportamiento inusual o poco característico. Ambos se relacionan con creencias sobre la naturaleza o el carácter intrínseco del agente. Una acción positiva de alguien que no te gusta, por ejemplo, tendería a describirse en términos concretos, porque la consideras poco característica, mientras que una acción negativa sería abstracta, porque la ves como típica. Lo contrario es cierto para las personas que sí te gustan. Una acción positiva se describiría en términos abstractos porque la considerarías característica, y concreta si no lo es. El uso de estos diferentes niveles de abstracción lingüística sirve para mantener un sesgo positivo hacia el endogrupo y un sesgo negativo hacia el exogrupo.

Definición

El sesgo intergrupal lingüístico, acuñado por Anne Maass y sus colegas, es un modelo de mantenimiento de estereotipos (Whitley y Kite, 2010). Este modelo establece que las descripciones positivas del endogrupo y las negativas del exogrupo son abstractas y vagas, mientras que las descripciones negativas del endogrupo y las positivas del exogrupo son específicas y observables. Las afirmaciones abstractas son vagas y es más difícil demostrar que son erróneas, mientras que las afirmaciones concretas son específicas y fáciles de descartar como excepciones a la regla, por lo que los estereotipos se mantienen intactos (Whitley y Kite, 2010). El sesgo intergrupal lingüístico es más probable que se produzca cuando los miembros del exogrupo realizan una acción coherente con el estereotipo del grupo. Esto implica que el sesgo intergrupal lingüístico es un proceso cognitivo que requiere poca motivación (Maass, et al. 1989).

Investigación

BW Gorham realizó un experimento en el que presentó un noticiero real a individuos blancos que respondieron a una encuesta previa sobre la cantidad de tiempo que pasaban viendo noticias en la televisión por cable, en la televisión abierta, en la televisión convencional y en sitios web de noticias como CNN.com. A continuación, a estos sujetos se les mostró un fragmento de noticias real en el que se presentaba una investigación de asesinato y se había descrito al sospechoso como un hombre negro o un hombre blanco.

Se observaron diferencias significativas en las respuestas de los participantes que vieron al hombre blanco retratado como sospechoso en lugar del hombre negro: los participantes dijeron que el sospechoso blanco “probablemente lastimó a las víctimas”. Sin embargo, cuando se presentó al hombre negro como sospechoso, los participantes dijeron que el sospechoso “probablemente es violento” (Gorham, 2006). Gorham descubrió que los participantes eran más propensos a describir el incidente (negativo) con adjetivos, la descripción más abstracta, si el sospechoso era presentado como negro y, por lo tanto, exogrupo, mientras que usaban términos más concretos para describir al sospechoso blanco (endogrupo).

Investigaciones recientes han identificado un efecto lingüístico relacionado en el que los individuos contra-estereotípicos son significativamente menos queridos que los individuos estereotípicos cuando se los describe utilizando comportamientos, pero significativamente más cuando se los describe utilizando rasgos. Así, por ejemplo, a la gente le gusta menos “un hombre que está llorando” que “una mujer que está llorando”, pero les gusta más “un hombre sensible” que “una mujer sensible”. En ambos casos, el hombre es contra-estereotípico y la mujer es estereotípica. Sin embargo, en el primer caso, el hombre y la mujer son descritos utilizando un comportamiento (“llorando”) y en el segundo caso son descritos utilizando un rasgo (“sensible”). [1] sugieren que este efecto comportamiento-rasgo es causado por diferencias en el procesamiento cognitivo: los individuos contra-estereotípicos son evaluados relativamente negativamente cuando se los describe utilizando comportamientos porque esta descripción lingüística promueve un procesamiento más profundo y sistemático que resalta la desconfirmación del estereotipo de los individuos. En contraste, los individuos contra-estereotípicos son evaluados relativamente positivamente cuando se los describe utilizando rasgos porque esta descripción lingüística promueve el procesamiento heurístico que resalta la singularidad de los individuos. [2]

Véase también

Referencias

Notas
  1. ^ Rubin, Paolini y Crisp (2013)
  2. ^ Rubin, M., Paolini, S., y Crisp, RJ (2013). La descripción lingüística modera las evaluaciones de personas contra-estereotipadas. Psicología social, 44, 289-298. doi:10.1027/1864-9335/a000114
Fuentes