Sarah Kerrigan

Sarah Kerrigan nació con un "don psíquico", es decir, tenía la habilidad de usar telepatía y telequinesis.

Los Terran que nacen con dichas habilidades eran reclutados por la Confederación desde temprana edad para comenzar su entrenamiento en el programa Ghost (fantasma).

La joven Sarah Kerrigan aprobó con honores todas las psi-evaluaciones aunque solo contaba con ocho años de edad.

No obstante, Sarah había sufrido un serio trauma que la marcaría durante todo el programa Ghost.

Finalmente, Rumm no tuvo más opción que usar un "neuro-ajustador" el cual disminuyera sus poderes y la hiciera un fiel sirviente para la Confederación.

Kerrigan permaneció ahí hasta que fue rescatada por los Hijos de Korhal, quienes retiraron quirúrgicamente su neuro-ajustador.

La batalla se libró en la plataforma espacial de Nueva Gettysburg; y aunque Kerrigan y sus tropas lograron derrotar a los Protoss, no pudieron controlar a las hordas de Zerg que le habían ordenado no matar.

Aun estando dentro de la crisálida, Sarah seguía consciente e intentaba comunicarse psíquicamente con Mengsk y Raynor.

Mientras los Protoss luchaban en Shakuras por erradicar a los Zerg, Kerrigan llegó hasta ellos para advertirles que en Char se estaba gestando la nueva Supermente.

Según Kerrigan, ella no tenía malas intenciones y era la fallecida Supermente la que la hacía cometer atrocidades.

Por petición de la matriarca Raszagal, los Protoss aceptaron aliarse con ella mientras conseguían los cristales gemelos que permitirían activar el templo Xel'Naga.

Kerrigan utilizó los Psi-Emisores de Mengsk para reunir pequeños ejércitos Zerg y destruir el Disrruptor Psiónico del DUT que le impedía tomar control sobre los enjambres.

Kerrigan cumplió con su palabra derrotando al DUT en Korhal, y le entregó el planeta a Mengsk.

Raynor se sintió especialmente dolido por la muerte de su amigo Fénix y le juró a Kerrigan que sería él quien la mataría algún día.

La flota Protoss intentó huir con la matriarca infectada, pero los Zerg los alcanzaron y Zeratul no tuvo más opción que asesinar a Raszagal.

Con la nueva Supermente destruida, Kerrigan ya tenía control sobre la totalidad de los Zerg en el sector.

La reina de espadas de STARCRAFT II, Sarah Kerrigan.