La franquicia estaba en un principio prevista para Baltimore, pero los propietarios de Chicago Blackhawks intercedieron para que el nuevo equipo se alojara en el St.Louis consiguió la franquicia a pesar de que nunca realizó una petición formal para albergar un equipo.Los dueños realizaron fuertes inversiones para confeccionar una plantilla competitiva, con veteranos como Doug Harvey, el portero Glenn Hall y Jim Roberts, que dieron sus frutos en las primeras temporadas.Por otra parte, las decisiones tomadas por la familia Salomon en el tema salarial hicieron que la franquicia corriera riesgo de caer en la bancarrota.Los nuevos dueños aseguraron su intención de mantener la franquicia en San Luis, y realizó un plan a largo plazo para revitalizar el equipo.Cuando el presidente de la compañía fallece en 1983, su sucesor pone el equipo a la venta, por lo que abandona el club.Pero dado los problemas económicos de la franquicia, les era muy complicado mantener a sus jugadores más prometedores.La franquicia fue de nuevo vendida, en este acso al consorcio Sports Capital Partners Worldwide, liderado por Dave Checketts.Todo indicaba que los Bruins ganarían por fin la copa en su casa, pues llegaban con mucha facilidad al área de los Blues sin embargo estos mantuvieron el gracias a su arquero Jordan Binnington, faltando 3:13 minutos para terminar el periodo, Jay Bouwmeester asistió a Ryan O´Reilly para poner el 1-0 en el marcador, después faltando 7 segundos para terminar el periodo, Jaden Schwartz aprovechó una desatención de Brad Marchand para asistir al capitán Alex Pietrangelo, que pondría el 2-0 para terminar el primer periodo.Faltando 11:09 segundos en el tercer periodo los Bruins tuvieron la oportunidad de anotar su primer gol, sin embargo Binnington hizo una impresionante salvada con su pie, manteniendo así el 2-0 en el marcador.Ryan O´Reilly recibió el Conn Smythe Trophy después de anotar 23 puntos en los playoffs, un récord para la franquicia.