El ratio de capital propio es un ratio financiero que indica la proporción relativa de capital propio que se utiliza para financiar los activos de una empresa. Los dos componentes suelen tomarse del balance o del estado de situación financiera de la empresa (el denominado valor contable), pero el ratio también puede calcularse utilizando los valores de mercado de ambos, si las acciones de la empresa cotizan en bolsa.
El ratio de capital propio es un buen indicador del nivel de apalancamiento utilizado por una empresa. El ratio de capital propio mide la proporción de los activos totales que son financiados por los accionistas, en comparación con los acreedores. Un ratio de capital propio bajo producirá buenos resultados para los accionistas siempre que la empresa obtenga una tasa de rendimiento de los activos que sea mayor que la tasa de interés pagada a los acreedores. [1]