La policización (o pododermatitis ) es una técnica de cirugía de la mano en la que se crea un pulgar a partir de un dedo existente. Por lo general, esto consiste en migrar quirúrgicamente el dedo índice a la posición del pulgar en pacientes que nacieron sin un pulgar funcional (lo más común) o en pacientes que han perdido el pulgar de forma traumática y no son aptos para otros métodos preferidos de reconstrucción del pulgar, como las transferencias de dedos del pie a la mano. [1] [2]
Durante la policización, se corta el hueso metacarpiano del dedo índice y se rota el dedo aproximadamente entre 120 y 160 grados y se lo vuelve a colocar en la base de la mano en la posición habitual del pulgar. Las arterias y las venas se dejan unidas. Si hay nervios y tendones disponibles del pulgar anterior, se los une para brindar sensibilidad y movimiento al nuevo pulgar ("neopólex"). Si el pulgar está ausente por causas congénitas, se pueden acortar y redirigir otros tendones del dedo índice migrado para brindar un buen movimiento.
La presencia de un pulgar oponible se considera importante para la manipulación de la mayoría de los objetos del mundo físico. Los niños que nacen sin pulgares suelen adaptarse muy bien a la condición con pocas limitaciones, por lo que la decisión de proceder con la pulgarización recae en los padres del niño con la recomendación de su cirujano. Las personas que han crecido hasta la edad adulta con pulgares funcionales y luego han perdido un pulgar encuentran muy beneficioso someterse a una reconstrucción del pulgar, no solo desde un punto de vista funcional sino también mental y emocional.
Otros casos de politización son: