Aníbal Pinto Garmendia ( 15 de marzo de 1825 – 9 de junio de 1884) fue un político chileno. Se desempeñó como presidente de Chile entre 1876 y 1881 .
Nació en Santiago de Chile , hijo del expresidente chileno general Francisco Antonio Pinto y de Luisa Garmendia Aldurralde. [1] Realizó sus estudios en el Colegio Argentino de Santiago y en el Instituto Nacional. [2] A los 20 años ingresó al servicio exterior, siendo destinado como subsecretario de la Legación de Chile ante la Santa Sede. Regresó a Chile dos años después, en 1850. Dos años después fue elegido miembro de la Cámara Baja del Congreso, siendo reelegido varias veces. Posteriormente, fue senador y, en 1861, fue nombrado intendente de Concepción, cargo que ejerció durante 10 años. Allí se casó con Delfina de la Cruz Zañartu , hija del general José María de la Cruz Prieto y Josefa Zañartu Trujillo.
En 1871, el presidente Errázuriz lo nombró ministro de Guerra y Marina y, desde ese cargo, se convirtió en uno de los aspirantes a la candidatura presidencial. Derrotó primero a Miguel Luis Amunátegui en las primarias liberales y luego a Benjamín Vicuña en las elecciones presidenciales.
Su gobierno comenzó bajo el peso de la peor crisis económica chilena del siglo XIX, agravada por las inundaciones de 1876, que arrasaron la naciente infraestructura. Un terremoto el 9 de mayo de 1877 completó la destrucción. En esa coyuntura, declaró la inconvertibilidad de la moneda, medida que evitó una corrida bancaria y salvó el crédito público, pero le provocó la enemistad de la oposición.
En 1878 nombró comuna a Viña del Mar.
Sin embargo, la principal crisis de su gestión fue el estallido de la Guerra del Pacífico con Perú y Bolivia. Supo enfrentar con éxito la primera embestida, logrando al mismo tiempo la importantísima neutralidad argentina. El 23 de julio de 1881 firmó un tratado con Argentina reconociendo la soberanía argentina sobre la Patagonia oriental y la Tierra del Fuego oriental, pero manteniendo el Estrecho de Magallanes y la Tierra del Fuego occidental bajo control chileno.
También logró la captura de Antofagasta y Tarapacá y utilizó estos territorios como nuevas fuentes de ingresos para financiar el resto de la guerra.
Tras su retiro de la política, una deuda que él mismo había garantizado lo obligó a vender todos sus bienes, debiendo trasladarse a una casa muy modesta cerca de la plaza Victoria, en Valparaíso. Aunque le ofrecieron el cargo de senador o distintas embajadas en Europa, decidió conformarse con trabajar como traductor para las compañías de ferrocarriles. Murió en Valparaíso en 1884.