Pablo Guerrero Martínez (nacido el 3 de noviembre de 1967 en Ecuador ),
es hijo de José Guerrero Bermudes y nieto de Julio Martínez Acosta , dos personalidades muy reconocidas en la historia del Ecuador.
Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales, se doctoró en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales de la República. Actualmente es abogado, periodista, activista y participante de la vida política ecuatoriana. Es conocido por su candidatura por Concentración de Fuerzas Populares en las elecciones presidenciales de 2009 y por su participación en el intento de golpe de Estado de 2010 contra el gobierno de Rafael Correa y la posterior crisis en Ecuador. [1] [2] Es uno de los varios disidentes que recibieron asilo en la República Checa; junto a él se encuentra también su hermano, José Luis Guerrero Martínez.
Ecuador atravesó una crisis constitucional en septiembre de 2010, precedida por la expedición de una nueva Ley Orgánica del Sector Público.
El doctor Pablo Guerrero Martínez, en la época en que ocurrieron los hechos, mantenía durante casi un año un programa de televisión llamado Ubícate que se transmitía todas las noches por Telesucesos y acudía a la sede de la Policía para obtener información. Mientras el presidente Rafael Correa se encontraba en el hospital, donde recibió los primeros auxilios tras el uso de un producto gaseoso, el doctor Guerrero fue invitado a una entrevista, nunca emitida, en la que denunció que la cadena de comunicación del gobierno nacional había querido mentir porque el presidente no estaba secuestrado. Al día siguiente de estos hechos se inició una investigación preliminar por el delito de terrorismo contra el doctor Pablo Martínez y otras 12 personas, quienes aún están en un proceso penal por sabotaje y terrorismo. Se les conoció como Los Trece.
El Dr. Guerrero logró escapar a Europa donde solicitó asilo político en la República Checa y le concedieron el estatus de refugiado político. [3]
El gobierno checo afirmó textualmente:
La autoridad administrativa, tras haber reunido y examinado todo el material que sirvió de base para las decisiones en el marco de este procedimiento administrativo, ha llegado a la conclusión de que el proceso penal que se lleva a cabo contra el solicitante y otras doce personas en su país presenta indicios evidentes de persecución política y de que la inminencia de una condena no refleja la gravedad de la falta. Lo que también se desprende de lo anterior es que el solicitante de protección internacional en su país era muy activo políticamente y era una personalidad públicamente conocida que se encontraba en la oposición al actual presidente. Teniendo en cuenta la información recogida por la autoridad administrativa, el hecho de que se convirtiera en objeto de un proceso penal se justifica por la altísima probabilidad de que tuviera actividades políticas, lo que confirma la opinión antes mencionada del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa, que indica en su informe que, según la información disponible, el Gobierno y el presidente influyen en las decisiones de los tribunales ecuatorianos. Las víctimas de los procesos judiciales son periodistas, profesores e intelectuales. [4]
Pablo Guerrero actualmente reside en Praga donde mantiene una participación activa en foros académicos para defender los derechos humanos .