El Nuncio Apostólico en Mónaco es el representante del Papa y de la Santa Sede en el Principado de Mónaco .
La Santa Sede mantiene una legación diplomática en Mónaco sólo desde 2006. El nombramiento de un representante diplomático papal en el Principado se produjo tras la revisión del tratado de Mónaco con Francia, revisado en 2002 y ratificado en 2005.
Este tratado revisado otorgó al Principado la prerrogativa soberana de establecer relaciones diplomáticas formales con otros estados soberanos al más alto nivel diplomático, el de embajador extraordinario y plenipotenciario; para la Santa Sede esto significa el nivel de nuncio, es decir, el de una nunciatura apostólica encabezada por un nuncio apostólico (los nuncios apostólicos normalmente tienen el rango eclesiástico de arzobispo).
El primer nuncio apostólico que representó a la Santa Sede en Mónaco, con residencia y acreditación contigua ante la UE en Bruselas, fue el arzobispo André Dupuy .
El nuncio reside en Bruselas .