Sus primeras obras exhibidas fueron dos dibujos que envió a la Royal Academy en 1857.Un cuadro aún mayor, The Shunamite relating the Glories of King Solomon to her Maidens (La sunamita contando las glorias del rey Salomón a sus doncellas) fue exhibido en 1866 y con él dos obras más pequeñas, Apricots (Albaricoques) y Pomegranates (Granadas).En éstas, Moore impuso llanamente la particular técnica pictórica que imperaría en el resto de su obra y se situó por primera vez entre los pintores británicos más originales.Pero no fue en ningún sentido un pintor arqueológico, ni pretendió la recreación de la vida en siglos anteriores.Pocos hombres le han igualado como pintor de ropajes y aún menos se han acercado a su habilidad en la aplicación de los principios decorativos al arte pictórico.