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Los hombres no son dioses

Los hombres no son dioses es una película británica de 1936 protagonizada por Miriam Hopkins y coprotagonizada por Gertrude Lawrence , Sebastian Shaw y Rex Harrison . Fue un éxito en el Reino Unido cuando se estrenó, en gran parte debido a la popularidad de las dos estrellas femeninas Hopkins y Lawrence. Esto también llamó la atención sobre el talento de Rex Harrison , quien hizo su gran avance en Hollywood no mucho después de esta película. Gertrude Lawrence , aunque no era una actriz de cine, estaba en la cima de su carrera teatral cuando se estrenó esta película y su actuación fue elogiada.

Trama

En Londres, el crítico Skeates le dicta a su secretaria, Ann Williams, una crítica mordaz de Edmund Davey, el actor principal que debuta en la obra Otelo . Barbara Albert, coprotagonista de Davey y esposa, acude a las oficinas del periódico para defender el caso de su marido. Skeates ya se ha ido, así que le ruega a Ann que la ayude a salvar la carrera de Edmund, insistiendo en que es un gran actor que simplemente se sintió abrumado por su gran oportunidad. Ann se conmueve y asume un gran riesgo (ya que Skeates nunca lee su propio trabajo), reescribiendo la crítica para elogiar la actuación del actor. Sin embargo, el crítico se entera cuando Edmund le agradece sus amables palabras y Ann es despedida.

Ella va a ver la obra. Ella y el resto del público quedan fascinados con la segunda actuación de Edmund. Cuando Barbara la ve después de la función, le presenta a Ann a su marido. Sin embargo, Ann y Edmund se enamoran perdidamente el uno del otro.

Edmund persigue a Ann y aunque ella admite estar enamorada de él, no cede por respeto a su esposa. Finalmente, él la convence y mantienen una relación.

Barbara se entera de lo de Ann y Edmund y acude a ella para suplicarle que detenga la relación. Barbara también le dice que está embarazada. Ann le dice que recuperará a su marido y le escribe una nota diciéndole que debe quedarse con Barbara mientras ella viva.

Edmund se obsesiona con la idea de “mientras viva” e intenta estrangular a Barbara durante una representación de Otelo. Ann está entre el público y le grita que pare. Edmund sale de su trance y más tarde, en el camerino, le pide perdón a Barbara, que se lo concede y se reconcilian. Ella le dice que busque a Ann y le diga algo agradable. Edmund le agradece a Ann por evitar que hiciera algo terrible y Ann se va.

Elenco

Referencias

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