Maggy Baum (nacida el 22 de agosto de 1931) fue una diseñadora belga, especialista en prendas de punto y textiles, cuya colección de prendas de punto se vendió internacionalmente en los años 70 y 80, lo que la llevó a ser reconocida como pionera en la moda belga. [1] También enseñó en La Cambre , la escuela de moda de Bruselas, y publicó una enciclopedia textil.
Baum nació el 22 de agosto de 1931 en Verviers , un municipio situado en la provincia belga de Lieja conocido por su histórica industria textil hasta la primera mitad del siglo XX. [2] Baum está jubilado y vive en Bruselas .
Baum comenzó su carrera a finales de los años 50, cuando compró un taller de producción de géneros de punto en Bruselas. En aquella época, la industria de la moda belga estaba formada por pequeñas empresas familiares especializadas en prendas prácticas. Que una mujer lanzara su propia marca y taller era una excepción. [1] Sus conocimientos técnicos le permitieron conseguir diversos puestos de consultoría. Trabajó con marcas de moda internacionales, como Woolmark , y diseñó para marcas de confitería más pequeñas, como Edel, Tat's, Faber y Mantex. [3] [4]
Baum también produjo una pequeña línea de conjuntos de punto. En 1978, su "moda informal de jersey" se vendía en Ámsterdam, París, Berlín, Nueva York y Japón. [5] Sobre ser una mujer en la moda, Maggy dijo: "Lo importante es que ya nadie les impone un estilo a las mujeres, son libres de elegir lo que visten y cómo lo visten". [3]
A Baum se le atribuye la invención del “demnit”, un procedimiento que permite tejer con hilos de mezclilla. [5]
En una etapa posterior de su carrera, Baum se convirtió en profesora en la escuela de moda de Bruselas La Cambre , donde enseñó al diseñador parisino Olivier Theyskens y al actual director de la escuela de moda Tony Delcampe, entre muchos otros.
En 2008, Baum coescribió Passepoil, Piqûres et Paillettes junto con la especialista en colores y fibras Chantal Boyeldieu-Duyck. [6] La publicación es un diccionario enciclopédico que define más de 8.000 términos de la industria textil. Tardó siete años en escribirse. [7]