Los pasos perdidos ( español : Los pasos perdidos ) es una película dramática argentina y española de 2001 dirigida por Manane Rodríguez y escrita por Rodríguez y Xavier Bermúdez. La película cuenta con Irene Visedo , Luis Brandoni , Federico Luppi , entre otros. [1]
La película cuenta la historia de Mónica Erigaray ( Irene Visedo ), quien tiene veinte años y vive con sus padres Ernesto Erigaray ( Luis Brandoni ) e Inés ( Concha Velasco ). Hace diecisiete años los Erigaray dejaron Argentina y se mudaron a España para vivir una vida pacífica y tranquila.
Sin embargo, las cosas cambian abruptamente cuando un famoso escritor argentino llamado Bruno Leardi ( Federico Luppi ) afirma que Mónica es en realidad su nieta llamada Diana, hija de su hijo Diego Liardi, quien desapareció durante la Guerra Sucia en Argentina.
En un momento de la película, Ernesto Erigaray y sus compinches abordan a Bruno y le dejan en claro que sufrirá daño si persiste con sus acusaciones e intentos de ver a Mónica.
Erigaray decide enfrentarse a Bruno en su habitación de hotel, pero no se llega a ningún acuerdo. La familia termina en una audiencia aprobada por la Corte y Ernesto Erigaray es acusado de ser el torturador argentino conocido por sus hombres como "El Sapo" ("El Sapo") que hacía su trabajo desagradable en un lugar conocido como "El Pozo Negro". Posteriormente, las pruebas de ADN prueban que Mónica es de hecho la hija de Diego Liardi y Sara Pereira (ciudadana española). Mónica deja a los Erigaray y son arrestados y juzgados por el asesinato de un ciudadano español y el secuestro ilegal de Mónica.
Un año después, Mónica viaja a Buenos Aires y marcha con las Madres de Plaza de Mayo . Pasa por la casa de su abuelo y le cuenta que Diana ha venido a visitarlo.
La película termina con la dedicatoria:
Jonathan Holland, crítico de cine de la revista Variety , le dio a la película una crítica mixta y escribió: "Construida alrededor de los hijos de los " desaparecidos " de Argentina -víctimas políticas que desaparecieron durante la dictadura militar de los años 1970- Los pasos perdidos transmite un mensaje político desafiante de una manera fácil de tragar. El segundo largometraje de la directora uruguaya Manane Rodríguez -después de Retrato de mujer con hombre en segundo plano ( 1997 )- tiene momentos poderosos, pero al centrarse demasiado en el interés humano en lugar de la política, termina pareciendo un drama familiar de esqueletos en el armario. Las apariciones en festivales de temática política podrían ser una opción". [2]
Victorias
Nominaciones