Los límites profesionales son una consideración importante en la relación entre cualquier profesional y su cliente.
Los límites son una parte integral de la relación enfermera-cliente. Representan estructuras invisibles impuestas por estándares legales, éticos y profesionales de enfermería que respetan los derechos de las enfermeras y los clientes. [1] Estos límites garantizan que el foco de la relación permanezca en las necesidades del cliente, no sólo de palabra sino también de ley. Los estándares del Colegio de Enfermeras de Ontario (CNO) identifican que es responsabilidad de la enfermera establecer los límites de la relación entre la enfermera y el cliente. [2] Los límites tienen un propósito específico y una meta de salud, y la relación termina cuando se alcanza la meta identificada. [1]
Cualquier acción o comportamiento en una relación enfermera-cliente que beneficie personalmente a la enfermera a expensas del cliente es una violación de límites. Algunos ejemplos de violaciones de límites son entablar una relación romántica o sexual con un cliente actual, revelar información extensa y no beneficiosa al cliente y recibir un obsequio de dinero del cliente. El abuso y la negligencia son ejemplos extremos. Implican la traición del respeto y la confianza dentro de la relación. Esto incluye retener comunicación con un cliente porque se considera un ejemplo de negligencia. [3]
Es trabajo de la enfermera estar atento a las señales de que se pueden cruzar o se han cruzado los límites profesionales. Las señales de advertencia de cruce de límites que pueden llevar a violaciones de límites incluyen pensar frecuentemente en un cliente de manera personal, guardar secretos con un cliente específico, favorecer la atención de un cliente a expensas de la de otro y contarle a un cliente cosas personales sobre usted para poder una impresión. Cualquier cosa que pueda comprometer el bienestar del cliente si se continúa o se interrumpe la relación con una enfermera registrada puede considerarse una señal de advertencia. [3] Las violaciones de los límites nunca son aceptables y es trabajo de la enfermera manejar cualquier situación en lo que respecta a ella de manera profesional y terapéutica, independientemente de quién la inició.
Existen múltiples límites que pueden cruzarse entre un cliente y un consejero, incluidos límites físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Algunas de estas líneas divisorias pueden estar borrosas. Por ejemplo, existen diferentes opiniones sobre si el contacto físico es apropiado entre un consejero y su cliente. Sin embargo, las relaciones sexuales se consideran inapropiadas de manera uniforme. También se suelen evitar las relaciones duales, en las que un consejero desempeña dos o más roles diferentes en la vida de un cliente al mismo tiempo, así como la aceptación de obsequios de valor monetario significativo. [4]