El río Loange (o Luangué , Luange , Lwange ) es un afluente del río Kasai . Originario de Angola , el río fluye hacia el norte hasta la República Democrática del Congo , a través de la parte oriental de Kwango . Luego, el río continúa hacia el norte a lo largo del límite entre las provincias de Kwilu y Kasai hasta su desembocadura en el Kasai. [1] [2] [3]
A principios del siglo XX, el Loange estaba habitado por el pueblo Bakongo , que fue descrito como inicialmente desconfiado y hostil hacia los hombres blancos por el etnógrafo Melville William Hilton-Simpson, quien dirigió la primera exploración documentada del río por no africanos y finalmente pudo interactuar pacíficamente con ellos y aprender sobre ellos en el transcurso de dos años. [4] [5]
A mediados del siglo XX, el río Loange era navegable hasta la ciudad de Kalema, cerca de la confluencia con el río Tobi. La Compagnie du Kasai , que operaba barcos de vapor y barcazas en el río, despejaba obstáculos hasta el lago Matshi, que se encuentra a 80 km río abajo de Ilebo . [6]
En la actualidad, la carretera nacional N° 1 de la República Democrática del Congo cruza el río en Kalema para conectar Kikwit y Kinshasa con Kamina y Lubumbashi . Ya no hay transporte fluvial significativo en el Loange. [6]
En la zona de triple frontera de Kwilu , Kwango y Kasai , el río Loange forma un paisaje en terrazas en el suelo arcilloso . El río está lleno de bancos de arena , que son especialmente prominentes en la estación seca , momento en el que el río baja hasta 1,5 metros de profundidad en comparación con la estación húmeda . [6]
En 1898, el Loange fue descrito por un tripulante de un barco de vapor:
El Loange es un río hermoso, de fondo profundo. Las aguas son rojizas y la anchura media oscila entre los 200 y los 250 m, con pozas de entre 500 y 600 m. La alternancia de rápidos y pozas produce aguas turbulentas que hacen temblar a nuestro pequeño vapor Katanga como una cáscara de nuez . Para los pequeños vapores, cuando la marea está alta, estos violentos remolinos resultan aterradores. Por la noche, cuando todo está en calma, uno puede imaginarse estar a la orilla del mar.
— Hidrografía y navegación en el río Congo: un siglo de historia visual [6]