La Ley de Sucesión de 1965 en la ley irlandesa tenía como objetivo establecer el cónyuge supérstite del fallecido si el fallecido era intestado o especificaba una parte inferior a la equitativa del patrimonio. Hasta entonces, los ciudadanos irlandeses podían repartir su patrimonio como quisieran sin tener en cuenta las necesidades de su cónyuge o familia. [1] [2]