La vela de Navidad es una novela navideña escrita por Max Lucado sobre una pareja que posee una tienda de velas y que cada generación recibe la visita de un ángel que, al tocar una vela, puede dar milagros a quien se la regale.
Fue adaptada a una película realizada por Pinewood y Koch Media estrenada en 2013.
La historia comienza antes de Navidad en el pueblo de Gladstone en 1664, cuando el primer matrimonio Haddington es abordado por el ángel que, al tocar una vela en su tienda, puede crear milagros para cualquiera a quien se la den y debe continuar de generación en generación. Siglos después, en 1864, Edward Haddington y su esposa Bea se acercan a la Navidad y la gente del pueblo ya está chismorreando sobre la vela de Navidad porque se acerca la fecha. Cuando el pueblo se reúne para ir a la iglesia, el reverendo Richmond se niega a mencionar la vela de Navidad porque no es parte de la ceremonia de la iglesia, lo que decepciona a todos. Mientras tanto, Edward y Bea no están seguros de a quién darle la vela cuando llegue el ángel, ya que hay muchos que necesitan un milagro. Bea menciona la posibilidad de usar la vela para ella y Edward, ya que podrían necesitarla. Finalmente, cuando el ángel llega y toca la vela, Edward se cae y tira todas las velas, incluida la vela de Navidad, al suelo, lo que hace imposible saber cuál es.
Sin decirse nada, al principio, Edward y Bea llevan la cesta de velas, que contiene la de Navidad, a los aldeanos sintiéndose culpables de que solo uno de ellos recibirá el milagro y que protestarían si no hubiera milagro. Un día, el reverendo Richmond les explica a Edward y Bea que cuando era joven se emborrachó y con sus amigos se tiró en una carreta por un acantilado matando a uno de sus amigos y cómo Richmond pasaría el resto de su vida arrepintiéndose, por lo que Edward le da una vela por simpatía. Cuando todos los aldeanos se reúnen para la iglesia en la víspera de Navidad, los aldeanos a los que se les dio una vela recibieron un milagro cada uno, luego, de repente, un hombre irrumpe en la iglesia diciendo que una niña y su bebé están en problemas cerca de un puente.
Edward y el reverendo corren hacia el puente, pero Richmond cae al arroyo y le dice a Edward que encienda su vela. Lo hace y la luz ilumina la escena. Entonces Edward encuentra a la niña y a su bebé y con la ayuda de los aldeanos la lleva a su casa para que descanse con su hijo. Entonces Edward y Bea se dan cuenta de que ella es su nieta que huyó de ellos por un error que pensó que nunca le perdonarían. Edward dice "Parece que Dios todavía da bebés en Navidad". Al final, la familia Haddington, ambientada en tiempos modernos, es abordada por el mismo ángel que da el toque a la vela de Navidad.