The Reincarnate es una película de terror canadiense, dirigida por Don Haldane y estrenada en 1971. [1] La película está protagonizada por Jack Creley como Everett Julian, un abogado que en realidad es la última encarnación de una entidad de 8.000 años de antigüedad; sin embargo, como su cuerpo actual está en declive, debe encontrar un nuevo anfitrión que se haga cargo de su mente y sus recuerdos antes de que su cuerpo muera, y selecciona a David Payne (Jay Reynolds), un joven artista. [2]
El reparto también incluye a Trudy Young , Hugh Webster , Gene Tyburn, Rex Hagon , Colin Fox , Terry Tweed , Patrick Boxill, Alan Clowes, Gerald Crack, Marcia Diamond , Stuart Gillard , Ron Hartmann, Linda Houston, John Kerr, Anthony Kramreither y Gail Malenfant en papeles secundarios.
La película se rodó en Kleinburg , Ontario, en 1970. [3]
La película se estrenó comercialmente en abril de 1971, [2] y luego tuvo un estreno limitado en los Estados Unidos. [4] Participó en la competencia de los 23.º Premios de Cine Canadiense . [5]
Daniel Stoffman, del Toronto Star , criticó la película de forma negativa y escribió que "una de las razones por las que la película no funciona es que el hombre de 8.000 años no muestra señales de poseer la sabiduría de sus años. Creley lucha con todas sus fuerzas, pero no puede hacer nada con un guión que lo hace parecer más senil que sabio". [2]
Gordon Stoneham, del Ottawa Citizen, ofreció una evaluación similar, escribiendo que "técnicamente la película no es tan mala (aunque algunos de los montajes son descuidados) y la banda sonora tiene un toque apropiado de misterio. Pero en la mayoría de los aspectos, The Reincarnate es el tipo de película que preferirías olvidar que lleva la etiqueta Made in Canada". [6]
Kevin Thomas, del diario Los Angeles Times, escribió que "la persecución de Reynolds por parte de Creley es tan obsesiva que provoca la sensación de que la película no trata realmente de lo que dice tratar y que es en realidad la fantasía de un homosexual moribundo y solitario en las garras de una última gran pasión. Al menos, esta interpretación le da más sentido a la película que todo su galimatías ocultista y sus rituales sangrientos". [4]