La chica sin dirección ( ruso : Девушка без адреса , romanizado : Devushka bez adresa ) [1] ) es una película de comedia romántica soviética de 1957 dirigida por Eldar Ryazanov [2] y escrita por Leonid Lench. Está protagonizada por Svetlana Karpinskaya y Nikolai Rybnikov .
La película cuenta la historia de un joven trabajador de la construcción que busca incansablemente por Moscú a la entusiasta chica que conoció en un tren, mientras ella emprende su propio viaje de autodescubrimiento a través de una serie de trabajos extraños y desventuras.
El joven trabajador de la construcción Pasha Gusarov conoce a una chica de carácter fuerte, Katya Ivanova, en un tren. Al principio, sus interacciones son difíciles, pero al final del viaje, deciden que no quieren separarse. Sin embargo, al salir del tren por diferentes puertas, no se encuentran en la estación. La única pista que Pasha tiene sobre el paradero de Katya es un fragmento de la dirección de su abuelo, que comienza con "Nikolo...". A pesar de la enormidad de Moscú, Pasha se embarca en una búsqueda decidida, calculando que visitar todas las posibles direcciones "Nikolo..." podría llevarle tres años.
Mientras tanto, Katya se queda con su abuelo, que trabaja como conserje en el ayuntamiento del distrito. Tras no conseguir convertirse en actriz en el teatro de operetas, Katya acepta un trabajo como ascensorista en su edificio. Tras una pelea con su abuelo, se va de casa para demostrar que puede triunfar por sí sola.
Katya prueba varios trabajos. Deja su trabajo de empleada doméstica después de una inundación provocada por el marido de su empleadora. Trabaja en mantenimiento de carreteras y como modelo, pero deja este último trabajo después de ver por casualidad a Pasha fuera de la ventana durante un desfile de moda. Lo persigue con un vestido de gala pero no logra alcanzarlo, lo que la lleva a dimitir.
Una amiga de Katya la ayuda a conseguir un puesto de repartidora en una "oficina de transferencias". Sin embargo, no se queda mucho tiempo, pues convence a la dirección de que su oficina es redundante en la economía nacional. La oficina cierra y los empleados son reasignados a trabajos de construcción. Katya, sin embargo, decide abandonar Moscú por completo.
En la misma estación de tren donde ella y Pasha se habían separado, finalmente se reencuentran.