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El magnífico (ópera)

André Grétry

Le magnifique (El Magníficoópera cómicaen francésen tres actos deAndré GrétryconlibretodeMichel-Jean Sedaine, segúnJean de La Fontaine; Se representó por primera vez el 4 de marzo de 1773 enla Comédie-Italiennede París.

Sinopsis

La ópera comienza con un grupo de cautivos que pasan en procesión frente a la casa de Clémentine y su sirvienta, Alix. El amo de la casa, el padre de Clémentine, Horace, un rico comerciante de Florencia, había naufragado nueve años antes junto con su sirviente Laurence, el esposo de Alix. Fueron capturados por piratas y vendidos como esclavos. Mientras Clémentine y Alix observan a los cautivos desde sus ventanas, Alix reconoce a su esposo, Laurence, entre ellos ("C'est lui, c'est lui, c'est lui!"). Sugiere que Horace podría estar con ellos y le cuenta a Clémentine cómo habían sido liberados por Octave (Le Magnifique). Cuando Alix sale a investigar, menciona que el tutor de Clémentine, Aldorandin, que había sido su cuidador en ausencia de su padre, quisiera casarse con ella. Clémentine se pregunta por qué esta proposición no le produce la misma alegría que la mención de Le Magnifique ("Pourquoi donc ce Magnifique").

En ese momento, Aldorandin entra en la casa, declarando su amor por Clémentine y pidiendo su mano. Clémentine se niega, afirmando que todavía es demasiado joven para el matrimonio ("Ma chere enfant"). Aldorandin la envía a su habitación para que reconsidere su decisión. Mientras tanto, Fabio, el sirviente conspirador de Aldorandin, llega para informarle que Le Magnifique intercambiará su mejor caballo de carreras a cambio de quince minutos de conversación privada con Clémentine. Mientras Fabio elogia los caballos ("Ah c'est un superbe cheval!"), Aldorandin reflexiona sobre sus sospechas sobre las intenciones de Le Magnifique. Como si le ardieran las orejas, Le Magnifique entra en la casa para cerrar el trato, y los tres hombres se van juntos a ver el caballo ("Vous m'étonnez, vous badinez").

Una vez que se han ido, Alix regresa, esta vez con Laurence, quien canta su deseo de quedarse con su esposa y nunca regresar al mar ("Ah! si jamas je cours les mers"). Alix se va a buscar comida y vino y regresa con Clémentine. Laurence les cuenta cómo Le Magnifique los rescató a él y a Horace y los trajo a casa, pero les pidió que no le dijeran a nadie, especialmente a Aldorandin, sobre su regreso. Alix comenta que con el regreso de Horace, Clémentine podrá obtener la bendición de su padre para casarse con Aldorandin. Clémentine comienza a llorar y le dice a Alix que no desea casarse con Aldorandin, pero no puede decirle por qué ("Je ne sais pourquoi je pleure"). Alix ofrece su apoyo, y ella y Laurence dejan a Clémentine con sus pensamientos.

Cuando Aldorandin regresa con Le Magnifique, le dice a Clémentine que se reunirá con Le Magnifique a cambio del caballo. Le advierte que Le Magnifique intentará seducirla y le aconseja que permanezca en silencio durante sus avances. Cuando Aldorandin la deja para ir a buscar a Le Magnifique, Clémentine canta sobre su miedo de lastimar al hombre que ama en secreto, Le Magnifique, con el silencio que se ve obligada a mantener para apaciguar a Aldorandin ("Quelle contrainte"). Aldorandin y Le Magnifique regresan y Aldorandin coloca a su rival y a Clémentine a un lado del escenario mientras él y Fabio observan desde el otro, fuera del alcance del oído. Le Magnifique profesa su amor por Clémentine y, al darse cuenta de su silencio forzado, le dice que deje caer la rosa que sostiene si está dispuesta a casarse con él. Ella obedece y él hace una reverencia para recoger la rosa, luego se marcha ante las burlas de Aldorandin y Fabio.

De vuelta en su habitación, Clémentine se reprende a sí misma por haber aceptado la oferta de Le Magnifique ("¡Ah! que je me sens coupable!") y le cuenta lo sucedido a Alix. Laurence regresa y les informa que Le Magnifique está de camino a la casa y que trae consigo a Horace. Clémentine sale de la habitación mientras Alix y Laurence cantan su alegría por estar juntos de nuevo ("Te voilá donc"). Cuando terminan su dúo, Fabio entra para decirle a Alix que Aldorandin ha ido a buscar un notario para poder casarse con Clémentine sin más demora, pero cuando ve a Laurence, de repente huye con Laurence siguiéndolo de cerca. Alix, frustrada por la repentina e inexplicable partida de su marido, lo atribuye a los celos ("O ciel! Quel air de couroux"). Ella sale a buscarlo mientras Clémentine canta su emoción por reencontrarse con su padre y sus esperanzas de que él le dé su bendición para casarse con Le Magnifique ("Jour heureux!"). Alix regresa y le dice a Clémentine que vaya a su habitación y espere a que su padre la llame.

Horace regresa con Le Magnifique y manda a buscar a su hija. Los dos se reencuentran alegremente y Horace le promete a Clémentine que nunca volverán a separarse. Cuando Aldorandin regresa con el notario, intenta abrazar a Horace, pero Horace lo reprende cuando exige saber por qué Aldorandin nunca respondió a las cartas que le envió durante su cautiverio. Aldorandin afirma no haber recibido ninguna e insiste en que el cuidado que brindó a la hija y la propiedad de Horace debería ser prueba suficiente de su lealtad. En ese momento, Laurence regresa, arrastrando a Fabio por el cuello ("Ne me bats pas"). Obliga a Fabio a admitir que, por orden de Aldorandin, vendió a Horace y Laurence como esclavos. Aldorandin es despedido de la casa y Horace da su bendición al matrimonio de Clémentine y Le Magnifique. La ópera termina con todos cantando sobre las alegrías de ser una familia reunida, con la excepción de Fabio, que canta sobre sus intenciones de huir. [1]

Grabación

Referencias

  1. ^ Kettaneh, Peter Nizam. André-Ernest-Moreste Grétry (1741-1813): Le Magnifique. Folleto en CD-ROM, Naxos n.º 8.660305

Enlaces externos