Massa Makan Diabaté (12 de junio de 1938 - 27 de enero de 1988) fue un historiador, autor y dramaturgo de Malí .
Nacido en 1938 en Kita , Massa Makan Diabaté era descendiente de una larga estirpe de poetas ( griots ) de África occidental. [1] Su tío, Kélé Monson Diabaté, era considerado un maestro griot , y Massa Makan Diabaté dijo una vez que debía mucho a las enseñanzas de su tío: "Soy lo que Kèlè Monson quería que fuera cuando me inició en la tradición oral malinké. Y diré que lo traicioné escribiendo novelas. Soy el hijo de Kélé Monson, pero un niño traidor". [2] Diabaté comenzó a formarse como griot a la edad de siete años, aunque su formación se interrumpiría más tarde para permitirle estudiar en Guinea . Finalmente se mudó a París, donde estudió historia, sociología y ciencias políticas antes de trabajar para varias organizaciones internacionales como UNICEF o UNESCO .
Al regresar a Malí , Diabaté se instaló en un puesto administrativo en Bamako . Sus primeras obras Janjon et autres chants populaires du Mali ( Janjon y otras canciones populares de Mali , 1970), Kala Jata (1970) y L'aigle et l'épervier ou la geste du Soundjata ( El águila y el gavilán o el gesto de Soundjata , 1975), eran versiones en francés de epopeyas y cuentos populares de Malinké . En 1971, Janjon recibió el Gran Premio Literario de África Negra , [3] lo que le dio a Diabaté su primer reconocimiento internacional. Su trilogía de novelas Le lieutenant , Le coiffeur y Le boucher de Kouta ( El teniente , el barbero y el carnicero de Kouta , 1979-1982) ganó el Gran Premio Internacional de la Fundación Léopold Sédar Senghor en 1987.
Massa Makan Diabaté murió en Bamako el 27 de enero de 1988. El gobierno de Malí ha bautizado con su nombre dos escuelas secundarias, una en Bamako [4] y la otra en su región natal de Kayes .
Aunque él mismo era un griot, Diabaté llegó a ver a sus contemporáneos como parásitos y mendigos que a menudo pervertían la historia y abusaban de sus roles en pos de la riqueza: [5] “Después de la independencia de Mali, los griots se convirtieron, en mi opinión, en lo que yo llamaría parásitos”. [6] La situación de los griots fue un tema clave en su obra. En L'assemblée des djinns, explica sus preocupaciones a través de uno de sus personajes:
“Los griots murieron antes de la llegada de los blancos, cuando nuestros reyes, en lugar de unirse contra un peligro común, se despedazaron unos a otros. Los griots de hoy no son más que artistas públicos que cantan las alabanzas de casi todo el mundo... ¡Jefe de los griots!... Pero los griots ya no existen.” [7]
Sin embargo, Diabaté también creía que la imagen del griot era reparable y veía la literatura como un catalizador para lograr ese fin. Si bien su legitimidad inicial tal vez se debió a su pertenencia a la tradición oral malinké , trató de devolver al papel del griot su antigua gloria traicionando esa tradición en favor de la palabra escrita.
El biógrafo de Diabaté, Cheick M. Chérif Keïta, considera la vida de Diabaté, y muchas de sus obras, como el resultado de una dialéctica entre dos fuerzas opuestas, Fasiya y Fadenya :
Fasiya representa el apego del artista a las formas y prácticas que existían en la sociedad antes de su nacimiento… Fasiya es una fuerza centrípeta en cuanto que impulsa al artista a crear dentro de una tradición de acuerdo con los cánones encarnados por su padre y linaje paterno. La segunda fuerza es Fadenya , el instinto de competir y rebelarse contra esos modelos de tiempos pasados, encarnados por el padre y el linaje paterno… es este deseo de distinguirse de los propios antepasados lo que promueve la creación de nuevas formas de expresión y el descubrimiento individual de nuevas estéticas. [8]
Diabaté asumió el papel de griot, tal como le había sido asignado por su linaje. En sus años de juventud, como suele suceder, la fasiya era dominante. Pero dada la evaluación que Diabaté hace de los griots contemporáneos, no sorprende que buscara distinguirse abandonando la tradición oral y, temporalmente, su tierra natal. Sin embargo, la fasiya es, en última instancia, positiva, ya que la competencia es una fuerza creativa. Cuando regresó a Mali, atraído por su compromiso con la comunidad y el país que lo criaron, su fasiya , lo que creó se incorporó a la tradición. Al presentar la palabra escrita a los guardianes de la tradición oral, Diabaté cambió efectivamente los cánones.
Esta dialéctica de fasiya y fadenya es una característica definitoria del héroe maliense, cuyo paradigma es la epopeya de Sundiata Keita , y Diabaté la presenta de manera destacada en sus propias novelas. Por ejemplo, en Le boucher de Kouta , el protagonista, un carnicero, vende carne de burro a sus clientes sin decirles nada a pesar de que comer carne de burro va contra las normas musulmanas . El carnicero, en este sentido, abandona su papel y sus responsabilidades tradicionales. Sin embargo, los residentes de Kouta se benefician enormemente de la disponibilidad de carne asequible. Diabaté demuestra que a veces es necesario romper las normas y traicionar la tradición para lograr un cambio positivo.
Otras referencias:
Notas: